En la Empresa Forestal Integral Macurije, donde se obtiene alrededor del 22 por ciento de la madera aserrada del país, el ingenio de los trabajadores es imprescindible para mantener las maquinarias en funcionamiento.
Aparatos y líneas, algunos con más de 20 años de explotación, transforman en riqueza el patrimonio forestal de Pinar del Río-la provincia con mayor índice de boscosidad de Cuba- y se mantienen funcionando, en muchos casos, por la iniciativa de un nutrido grupo de innovadores como el Ingeniero Mecánico Industrial Pedro Enrique Piña Cruz, quien mereciera, por estos días, el Premio Anual Nacional de Mayor Impacto Económico 2015, otorgado por la Asociación Nacional de Innovadores y Racionalizadores (Anir).
A Piña se le puede encontrar en ferias y eventos acopiando experiencias o, generalmente, ejerciendo su función de jefe de mantenimiento industrial del aserradero Combate de las Tenerías, lugar donde empezó a laborar en septiembre de 1993; casi siempre buscando soluciones ante las dificultades presentes en la entidad.
Innovaciones constantes en los bosques de occidente
El Combate de Las Tenerías posee una tecnología española con unos 26 años de explotación. Aunque se intenta mantener su esencia, se han realizado readecuaciones para incrementar los resultados.
En sus inicios, en la década de los noventa, presentó dificultades en sus indicadores pues los distintos dispositivos atendían a las características de la madera europea, de más baja densidad que las nacionales.
Correspondió a ellos, según cuenta Piña, cambiar propiedades como la velocidad tangencial de la hojas a la hora del corte y el tipo de dientes de las mismas, lecciones aplicadas después al adquirir otras máquinas. Con estas transformaciones se dio un impulso a una industria que presentaba notable desfasaje con respecto al resto del mundo.
En la actualidad las acciones continúan para aumentar rendimientos o enfrentar las carencias. Precisamente, uno de las labores importantes y más recientes acometidas por Piña y sus compañeros, fue un grupo de soluciones técnicas implementadas para eliminar interrupciones y cambiar sistemas inadecuados que paralizaban las líneas.
Para esto se reestructuró la línea de pequeñas dimensiones presente en la entidad -la otra es para piezas de mayor diámetro-, y se procedió a la disminución del consumo de aceite con la reorganización del sistema hidráulico y eléctrico de la sierra Twin, entre otras cosas.
Como resultado, creció al doble la capacidad de procesamiento de 25 m cúbicos a unos 50 m cúbicos y se obtuvo una línea nueva para el aserrado de forma separada de los costeros (costanera), procedentes de la sierra Twin. También se elevó el rendimiento de la madera en bolo-sin procesar- de un 42 a un 57 por ciento, lo cual implica dejar de talar más de 100 ha de bosques al año para llegar a idéntica producción, explicó Piña Cruz.
Con este trabajo subió la producción y el rendimiento de la materia prima, ambos aspectos relacionados con el aprovechamiento superior de los bosques y el menor deterioro del medio ambiente.
Según ilustran los cálculos presentados en el expediente, en sentido general implica un incremento de más de 2000 metros cúbicos aserrados por año, con los mismos volúmenes de madera en bolo insumida anteriormente, y se evitan 330 viajes de camión con una reducción de 9900 Lt de combustible diesel.
También, la reorganización del sistema hidráulico de la sierra Twin y la simplificación de instalaciones que provocaban salideros y perdidas de potencia del sistema, reducen el consumo de más de 1000 Lt de aceite por año en el aserradero.
Un gigante natural en Vueltabajo
La actividad de la Anir es decisiva para cumplir los planes debido a la escasez de recursos. En ocasiones se debe esperar meses por la llegada de una pieza, pero en ese tiempo se hacen adaptaciones y el equipo no se detiene. En otras, con esta se resuelve definitivamente, afirma Ileana Alonso Guerra, quien atiende la actividad de la ciencia, el fórum y la organización en la entidad.
La empresa distribuye sus 77 733, 01 ha cubiertas por bosques en las regiones montañosas de los municipios Guane y Mantua, de donde sale la materia prima que luego dará forma a la madera aserrada, resina de pino, carbón, módulos de envase, entre otros.
Precisamente, la entidad es la única de la nación donde se preservan los postes-unos 30 000 anualmente- usados por la Organización Básica Eléctrica y Etecsa, para el tendido eléctrico y las líneas telefónicas.
En este contexto, se sobredimensionan los más de seiscientos integrantes de los siete Comités de Innovadores y Racionalizadores. De ellos, tres CIR y unos ocho compañeros, han merecido la Condición 8 de Octubre entregada por la asociación. Dentro de los mismos, Piña es reconocido por sus facilidades para poner la inteligencia en función de superar las dificultades.
Acelerar la naturaleza
Gran parte de los postes empleados para las líneas en la Mayor de las Antillas, provienen de los bosques de Vueltabajo y pasan por diversos pasos previos a obtener su forma final. Antes de llegar a la planta de impregnación, deben secarse, proceso que en su forma natural demora alrededor de unos treinta días.
En el aserradero existía un horno para llevar a cabo esta operación solamente en la madera aserrada, el cual era subutilizado. Piña Cruz contó cómo un día decidió utilizar también postes de pequeñas dimensiones, con lo cual probó su efectividad también sobre estos.
A partir de ese momento, Pedro Enrique-autor principal- y un grupo de sus compañeros, colocaron puertas nuevas, crearon las líneas imprescindibles para introducirlos y se unieron las dos cámaras que permanecían separadas, con lo cual se posibilitó acoger ejemplares de mayores dimensiones.
El resultado fue un horno multifuncional capaz de acoger ambos tipos de material y que reduce el secado de los postes, aproximadamente, de un mes a dos días, con mayor calidad en un ambiente controlado. Además, se evitó el gasto de miles de dólares en la compra de otra instalación para estos menesteres.
El consumo energético es bajo y la rapidez alcanzada permite obtener cifras de unos 200 por proceso, para un aproximado de 3000 al mes.
Algunas claves del éxito
El cumplimiento de las regulaciones y la aplicación de los mecanismos para estimular la busca de soluciones, es una de las causas de tan buenos resultados en la EFI Macurije.
El centro se destaca por el apoyo continuo y total del Consejo de la Administración hacia la organización, con el cumplimiento de lo estipulado en la Ley 38 para la remuneración del personal. Además, se destaca el buen uso de la cuenta del 20 por ciento para estimulación, explicó Jesús González Acosta, presidente del Buró Provincial de la ANIR en Pinar del Río.
En estos parajes, las atenciones en el orden material son tan importantes como en plano espiritual, con una incidencia directa sobre el bolsillo de los integrantes del colectivo.
Como añade González Acosta, incluso la actividad innovadora es uno de los indicadores tenidos en cuenta a la hora de aplicar los sistemas de pago relacionados con la implementación de la Ley 17.
