El acto de premiación a ocho innovadores del país con resultados de mayor impacto económico y social tuvo lugar en la sede de la Central de Trabajadores de Cuba y estuvo presidido por Ulises Guilarte de Nacimiento, secretario general de la CTC y miembro del Comité Central del Partido.
Guilarte de Nacimiento, también miembro del consejo de Estado, hizo entrega del diploma que los acredita con la alta distinción a Guillerno González Yero, de la empresa Acinox y Wilbert Luis Prado Montero, del Centro de Electromedicina, ambos de la provincia de Las Tunas; Aramis Ulloa Ferrer, del Ministerio de la Industria Alimentaria (Ciego de Ávila); Osvaldo Cepero Leyva, de la dirección territorial Sepsa (Ciego de Ávila) y Pedro Luis Pilasky Maure, de la Empresa Geocuba (Santiago de Cuba).
También le fue otorgado a Pedro Enrique Piña Cruz, del Centro Aserradero Combate de las Tenerías, en la provincia de Pinar del Río; Humberto Ebasio Gómez Valdivia, del molino Ángel Montejo, en Sancti Spíritus, y Francisco Sosa Rodríguez, del Centro Internacional de Telecomunicaciones Cojímar, de La Habana.
Alfredo Machado, presidente de la Anir, los felicitó y dijo que ellos representan a miles y miles de innovadoras e innovadores que aportan su granito de arena en función de la economía y la defensa de la patria.
“Son muchas las industrias y los servicios en Cuba que se han mantenido, se mantienen y lo tendrán que seguir haciendo gracias a la inventiva de los innovadores y racionalizadores, una fuerza cada vez más capacitada a la cual no podremos renunciar”.
Agregó que la actualización de nuestro modelo económico demanda un mayor protagonismo de la asociación en función del ahorro, la sustitución de importaciones, de piezas de repuesto y el incremento de la productividad del trabajo.
Los trabajos galardonados fueron valorados por un comité de expertos quienes tuvieron en cuenta que se encuentran aplicados, poseen un nivel de generalización y comercialización significativa y evidencian una notable repercusión económica o social.
El primero en recibirlo fue Guillermo González Yero, de la empresa Acinox, en la oriental provincia de Las Tunas, quien por segunda ocasión conquista tan alto reconocimiento. En esta oportunidad se debe a la automatización del laminador 200 T para la producción de barras corrugadas, integrada por 10 innovaciones que se fueron aplicando desde el 2007 con la recuperación del equipamiento y el resto ha constituido un ambicioso y progresivo proyecto diseñado, ejecutado y puesto en marcha en Acinox.
Producto de ello destaca un ahorro estimado del 30 % en el consumo del combustible y el 13% de electricidad, así como un mejor control y seguimiento de la producción y de las variables tecnológicas y la disminución de gases contaminantes.
El Premio de Mayor Impacto Económico y Social se otorga desde el año 2003 y hasta la fecha ha sido entregado en 64 ocasiones.
