Sylvain Raflanel lleva tatuado en su hombro derecho el rostro inconfundible de Fidel en la Sierra Maestra. Hugo Drovar en el izquierdo la imagen legendaria del Che en la foto de Korda y además una isla de Cuba. Los dos son sindicalistas franceses que desde el 2001 visitan la Mayor de las Antillas y confiesan que aman el proyecto social que se gestó en 1959.
“Nuestro amor por Cuba y su Revolución, la admiración por Fidel y el Che es eterna, por eso sus rostros quedaron grabados en nuestros cuerpos”.
Así se expresaron estos trabajadores que sienten que la solidaridad con los cubanos es un deber, “luchamos durante años por la liberación de los Cinco, también por la eliminación del bloqueo y seguiremos al lado de este pueblo en todas sus epopeyas “, aseguraron.
Ellos forman parte de la avanzada de una delegación de sindicalistas franceses que visitará la próxima semana la central provincia cubana de Villa Clara en un intercambio de experiencias y como parte de la solidaridad y hermandad que existe entre la Confederación General del Trabajo (CGT) de Pontín, en el estado de Seine Saint Denis de ese país europeo y la Central de Trabajadores de Cuba (CTC).
La delegación, que consta de 21 miembros de diferentes sectores, entre ellos salud, educación, construcción y administración pública, rendirá tributo al Che en el Conjunto Escultórico Comandante Ernesto Guevara donde se guardan los restos del Guerrillero Heroico y sus compañeros de la lucha en Latinoamérica y visitarán centros de la producción y los servicios así como sitios históricos y culturales.
Además compartirán con los trabajadores villaclareños acerca de la actualización del modelo económico cubano y de la implementación del Código Laboral y contrastarán la realidad del movimiento sindical nuestro y el europeo, así como de otros temas de interés.