Con el objetivo de apoyar al Gobierno cubano en aras de garantizar la seguridad alimentaria y nutricional de grupos vulnerables, se presentó en la provincia de Pinar del Río el Programa de País 2015-2018, con la presencia de autoridades y organizaciones responsables de su ejecución en este territorio.
“Debemos trabajar como socios, cada uno con lo que pueda aportar para asegurar el futuro, en busca de la sostenibilidad”, afirmó Laura Melo, representante del Programa Mundial de Alimentos (PMA) en Cuba, gestora de la iniciativa que comenzó en Guantánamo como territorio piloto.
Pinar es una de las siete provincias favorecidas junto con Matanzas, Las Tunas, Holguín, Santiago de Cuba, Granma y Guantánamo, para un total de 43 municipios; y se pretende beneficiar a más de 900 mil personas, pertenecientes, fundamentalmente, a sectores sensibles como son los mayores de 65 años, las embarazadas y los niños.
A pesar de haber acometido ciertas actividades en sus 50 años de relación con el país, es la primera vez que el PMA labora de forma estratégica en un contexto de desarrollo para acompañar en el plan de actualización del modelo económico, añadió Laura Melo.
Para ello se incidirán en tres áreas estratégicas como son: Apoyo a los sistemas de protección social relacionados con la seguridad alimentaria y la nutrición, la cual abarca en Vueltabajo los municipios de Guane, Minas de Matahambre, Pinar y La Palma; Fortalecimiento de vínculos entre los sistemas de protección social y cadenas de valor agrícolas, que, además de los tres primeros, incluye a Mantua; y Fortalecimiento de las capacidades de gestión del riesgo de desastres a nivel local y reducir el impacto de emergencias en las comunidades y propiciar la adaptación al cambio climático, que suma a Sandino a los cinco mencionados anteriormente.
El enfoque general pretende formar educación en la población y capacitar al personal de las instituciones y organizaciones ligadas a la protección social de los segmentos más expuestos a dificultades.
También se busca la preparación y equipamiento de productores en las cadenas de valor agrícolas, para estimular la obtención de renglones importantes en la dieta nacional como el frijol.
Asimismo, será de mucho valor las propuestas de la última de las áreas señaladas, en una zona tradicionalmente azotada por fenómenos atmosféricos poderosos como los huracanes.
