Washington.- El papa Francisco abogó hoy en la Casa Blanca por cambiar un sistema excluyente de millones de personas y por construir una sociedad justa y tolerante, e insistió en su compromiso en la lucha contra el cambio climático.
Un día antes de convertirse en el primer Papa que hable ante el Congreso estadounidense y a dos jornadas de su intervención ante la Asamblea General de Naciones Unidas, Francisco reiteró su apuesta por un cambio en el actual «momento crítico de la historia».
Ante unos 15 mil invitados en el jardín de la sede presidencial norteamericana y junto al presidente Barack Obama, el Sumo Pontífice afirmó que tal cambio implica «un reconocimiento serio y responsable» no solo del mundo que estamos dejando a nuestros hijos, sino de «los millones de personas que viven bajo un sistema que les ha excluido».
Defensor del ecumenismo religioso, el Papa argentino recordó al pastor bautista y líder por los derechos civiles Martin Luther King Jr., quien en su momento dijo que «dejamos adeudado un pagaré y ahora ha llegado el momento de saldarlo».
Francisco consideró que «aún hay tiempo» para avanzar hacia un «desarrollo sostenible e integral», el cual será tema de la próxima cumbre de alto nivel de la ONU.
Autor de sendas encíclicas en que critica el capitalismo salvaje y la acción humana que provoca el calentamiento global, el Obispo de Roma opinó positivamente sobre recientes pasos de la administración Obama para reducir la contaminación ambiental.
Su Santidad apeló a los cristianos para que se comprometan en la construcción de esas metas: «La humanidad todavía puede trabajar de manera conjunta para construir nuestra casa común», citó su encíclica Laudato Si (Alabado Sea) sobre el cambio climático y sus efectos amenazadores.
Mientras sectores políticos conservadores en este país niegan la evidencia científica sobre la responsabilidad del hombre en el cambio climático, Francisco recalcó la «urgencia evidente» que plantea ese problema global y sostuvo que la solución no puede dejarse a las futuras generaciones.
Jorge Mario Bergoglio -nombre original de Francisco- hizo también causa común con los inmigrantes en momentos en que Europa conoce una arribazón de refugiados por conflictos bélicos y desplazados por las penurias económicas, mientras que Estados Unidos debate sobre una conjetural y siempre aplazada reforma que dé estatus legal a millones de indocumentados.
«Como hijo de una familia de inmigrantes, me alegra estar en este país, que ha sido construido en gran parte por tales familias», destacó.
En tal sentido, aseguró que los católicos -más de 70 millones en esta nación- «están comprometidos en construir una sociedad verdaderamente tolerante e inclusiva, en la salvaguarda de los derechos de las personas y las comunidades y en el rechazo a cualquier forma de discriminación injusta».
Tras la ceremonia de bienvenida, Obama y Francisco se reunieron esta mañana en el Despacho Oval de la sede presidencial.
Luego del encuentro con Obama, salió a las calles de Washington para ir a rezar junto a cientos de obispos de Estados Unidos en la Catedral de St. Matthew.
Más tarde, oficiará misa en la Basílica del Santuario Nacional de la Inmaculada Concepción para canonizar al fraile español del siglo XVIII Junípero Serra, fundador de las primeras misiones católicas en el estado de California.