“Queremos ser una Iglesia que sepa acompañar todas la situaciones embarazosas de nuestra gente” dijo el Sumo Pontífice de la Iglesia Católica durante la Santa Misa de este martes en el Santuario Nacional del Cobre, última que realiza en Cuba y primera que oficia un Papa en esa Basílica.
Durante la homilía el sucesor de San Pedro significó el compromiso que asume la institución que encabeza con la vida, la cultura y la sociedad, y acotó, “como María, Madre de la Caridad, queremos ser una Iglesia que salga de casa para tender puentes, romper muros, sembrar reconciliación”.
Estuvieron presentes en la celebración el Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, General de Ejército Raúl Castro Ruz, otros dirigentes y más de 3 mil fieles, la mayoría de ellos representantes de pequeñas comunidades de todas las diócesis del país donde no existen templos, acompañados por misioneros, sacerdotes, religiosas y laicos que han ido hasta esas comunidades lejanas llevando la palabra de Dios.
En sus palabras al Papa el Arzobispo de Santiago de Cuba, Monseñor Dionisio García Ibáñez, Presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de Cuba, le agradeció su presencia en la ciudad santiaguera, y confirmó el inicio del Año Jubilar Mariano, el cual concluirá el 24 de septiembre de 2016, por los 100 años de declarada la Virgen del Cobre como Patrona de Cuba.
En ese contexto dos niños le llevaron al líder de la Iglesia Católica mundial una copia del manuscrito que los veteranos de la guerra de independencia de Cuba le hicieron llegar al Papa Benedicto XV pidiendo que la Virgen de la Caridad fuera declarada como la Patrona de Cuba.
“Les deseo un feliz Año Jubilar”, dijo el Papa a los presentes y acotó finalmente, “que la Virgen los bendiga y le de lo que más anhelen y necesiten, y no se olviden de rezar por mí”.
La víspera el Papa había orado ante la Virgen de la Caridad del Cobre, prendido un cirio, colocado flores junto a su imagen y obsequiado un florero de plata, con flores de plata desde el tallo y flores de cerámica.