Por Iveett Valdés Betancourt
En 1990 Fidel calificó a la Spirulina como fabulosa. Cinco años después y por iniciativa suya se inauguró en el poblado Zaragoza una planta, que empleaba tecnología artesanal y contaba con poco más de una hectárea, para la elaboración de ese producto natural.
Cuando han transcurrido dos décadas la entidad sobresale por sus resultados, entre ellos haber ganado la categoría de Vanguardia Nacional.
DEL ESTANQUE A LA FARMACIA/ POR MÁS SALUD
Las propiedades vigorizantes y energizantes de la Spirulina la hacen un producto fundamental si de mejorar la salud se habla. “Su consumo contribuye a elevar la calidad de vida por los componentes que tiene, como vitaminas, minerales y aminoácidos esenciales y no esenciales”, expresa Saily Armas Mirabal, especialista principal de producción en la UEB mayabequense, perteneciente a la Empresa Productora y Comercializadora de Productos Naturales Genix-Labiofam.
Aquí se fabrican seis clases de Spirulina, anota el director Nelson López Arencibia: la natural, la que contiene vitamina C, la combinada con Noni, la Spirulina con Ginseng, la Spirulina con jalea real y la llamada Gold (esta incluye Ginseng y jalea real). “Estamos priorizando actualmente los dos primeros tipos, en los cuales seguiremos enfocados”, añadió.
Desde una planta ubicada Jaruco, donde se cultiva y cosecha el alga verde azul, proviene el polvo de Spirulina; cuando esa materia prima llega hasta la entidad lajera “se realiza el proceso de liberación con microbiología del laboratorio, después, en las máquinas troqueladoras, se les da forma al polvo junto a los aditivos hasta lograr las tabletas”, explica Armas Mirabal.
Hace alrededor de un año se realizan en esta UEB acciones para rehabilitar la planta. “Hay 9 estanques funcionando y los probamos sistemáticamente. Faltan solo unos pocos equipamientos, de manera que podamos cultivar aquí mismo la Spirulina, o sea, la microalga como tal”, señaló el director López Arencibia.
Además de la Spirulina, los 51 trabajadores que laboran en la planta de Zaragoza, producen propolina, miel con propóleo y un biofertilizante nombrado Spirupina, el cual aún se encuentra en etapa de investigaciones.
La red nacional de farmacias constituye el principal espacio para la comercialización de la Spirulina. “El compromiso más importante lo tenemos con la empresa Encomed. A la población se le ofertan los frascos de Spirulina Natural por 80 tabletas en moneda nacional”, precisó la especialista principal.
En ese sentido acotó el director que se han incrementado los niveles de venta. “Estamos en condiciones de continuar creciendo sistemáticamente en las producciones: el año pasado se hicieron 9 toneladas y este 2015 tenemos previsto procesar 11, lo que se traduce en 440 mil frascos aproximadamente”.
Por el aporte económico y su contribución al desarrollo de Mayabeque y de la nación, nuestras producciones son fundamentales, subrayó López Arencibia, quien además se refirió a las exportaciones de Spirulina. “No hay un plan fijo, ello se comporta según los pedidos. Por ejemplo, en estos momentos se nos ha solicitado 1 tonelada y media para Italia”, especificó.
¿LOCA POR EL TRABAJO?
Es Licenciada en Química, también en Estudios Socioculturales. Hace ya 20 años Nancy Suárez Gómez trabaja como especialista del laboratorio de Microbiología en la planta mayabequense.
“Cuando se fundó el centro estuve durante un tiempo en el laboratorio químico, después se hizo el de microbiología con la contribución del Instituto de Ciencia Animal (ICA). Entonces empezamos a realizar todos los análisis y controles microbiológicos al producto terminado, a la materia prima y al proceso general de la Spirulina”, explica.
Cada día Nancy viaja casi 40 kilómetros desde Lawton, en la capital, hasta el poblado lajero de Zaragoza. “Me levanto a las 5:00 am –cuenta- para que me de tiempo venir en el ómnibus del ICA. Por la tarde me voy alas 5:15, llego a casa 1 hora después, entones hay que realizar todas las tareas del hogar, atender a la familia. Es complicado, pero una se va adaptando.
“Aquí un día de labor es bastante intenso. En el laboratorio se realiza el control microbiológico, el conteo total de mesófilos, de estafilococos áureos, de salmonella; además se hace la determinación de hongos y levaduras.
“Un trabajo en microbiología requiere tiempo, hay que dedicarle horas a la preparación de los medios de cultivo, el conteo y también aactualizar la documentación para los sistemas de calidad, pues no es tan solo realizar la parte técnica.
“Las personas me decían que estaba loca por venir todos los días desde la capital hasta aquí a trabajar, pero yo me he adaptado, a veces estoy en La Habana o llevo mucho tiempo de vacaciones y llega el momento en el que necesito más actividad, estar aquí en mi trabajo”, asegura Nancy.
