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“Los artistas nos convertimos en punto de referencia para multitudes. Influimos en las modas, en la lucha por la paz de los pueblos, en el afianzamiento de sus culturas y en su modo de expresarse. Todo creador debe de trasmitir mensajes artísticos positivos, pensando principalmente en los niños y los jóvenes. Ellos son los que más nos ayudan, con su reconocimiento, a realizar y promover nuestra obra, por eso debemos de brindarles un trabajo en el que se vean reflejados para bien de su enriquecimiento espiritual”.
Tales palabras fueron expresadas a Trabajadores por un joven y emprendedor músico de la provincia de Mayabeque, cuyas composiciones forman parte del repertorio de reconocidas figuras del pentagrama nacional e internacional. Me refiero a El Guajiro, compositor de Quivicán, Jorge del Valle, nacido en esta región en 1976, quien ha logrado difundir su obra desde los predios rurales de la cooperativa de producción agropecuaria 26 de Julio, donde actualmente vive, en ese municipio en el que igualmente ocupa el cargo de vicepresidente de la Asociación de Músicos de la Uneac.
Conversador amigable y culto, Jorge del Valle asegura que este año ha tenido varios estrenos de “gran aceptación popular. La radio en general me ha apoyado en la promoción de esos temas interpretados por los grupos Memoria, con Hecho en Cuba y Estar enamorado; Kuba‘o (Cuando las hojas caen); y Cubaneo (Cómo te olvido)”. En la formación musical de Jorge del Valle, además de sus estudios de piano hasta quinto año, ha confluido “lo mejor del rico y amplísimo repertorio cubano”, aunque siempre ha sentido especial preferencia por la salsa latina, el son de Polo Montañez, la música del Grupo Dan Den, de Orlando Contreras y de Orlando Vallejo, en tanto recuerda con nostalgia y cariño a su maestra inolvidable de piano y solfeo, Deisy Fidalgo.
“Pero —afirma— hay que nacer con vocación para poder componer. A toda obra debe ponérsele conocimiento, cultura y corazón, y sobre todo mucho respeto hacia los receptores”, dijo el carismático artista, que desde niño profesa pasión por la música. Comenzó a componer a los 16 años de edad y a los 20 optó por dedicarse a ella por entero. Hasta la fecha ha compuesto más de 270 temas, de los cuales alrededor del 60 % corresponden a salsa; el resto son baladas, rock y trova.
Del Valle opina que la radio “no siempre puede ser el eco de lo más televisado, porque no siempre se lleva lo mejor a los programas estelares de la pequeña pantalla. Las emisoras radiales, que poseen más alcance, deben de priorizar la música de más calidad, la cual a veces logra altos niveles de popularidad; mientras que valdría la pena que las disqueras jerarquizaran las propuestas más atractivas e intelectualmente trabajadas. En ocasiones se promueve un número hasta convertirlo en popular, en detrimento de esos valores”.
Las adversidades que enfrenta la música popular cubana el joven cantautor considera que son “la selección de repertorios interesantes, novedosos y atractivos, así como la necesidad de que los promotores escuchen nuevas propuestas, a la vez que se creen casas publicadoras de letra y música y que los sellos discográficos, junto con los intérpretes, elijan las mejores creaciones. Hay talentos en las empresas de la música que se promocionan poco y son desconocidos entre el gran público. Sería bueno que se reunieran los autores con los artistas, además de los directivos de las diferentes entidades del Instituto Cubano de la Música y los productores discográficos, para debatir y buscar vías de solución a estos problemas”.
Agrupaciones como las de Polo Montañez, Dan Den, Cubaneo, Memoria, Kuba‘o, Havana power band, Amanecer, Talla extra y Sin fronteras; así como los solistas Yaíma Sáez, Anita Pedraza, Lis Rivero, Jennie Cabrera y Mandy Benítez, además del Trío Kaliz y figuras internacionales como Charlie Cardona, de Colombia; Puerto Rican power, de Puerto Rico, y Visa en trámite, de Chile, han incluido en sus repertorios números de la autoría de este prolífico creador.
Sus piezas más sonadas son Quisiera pero no puedo (1998) y Corazón de león (2000), interpretadas por Dan Den; Al fin llegó el amor (Anita Pedraza, 2004), Quien quiera que sea (Trío Kaliz, 2007), Erótico encuentro (Yaíma Sáez, 2013), Cubanía (grupo de Polo Montañez, 2013). “Los mejores momentos de mi carrera han sido, en primer lugar, los reconocimientos que he recibido en mi amado Quivicán, así como escuchar mis temas en el hit parade de la radio nacional o provincial, además de los dos premios que obtuve en el Cubadisco del 2002…”
Entre otros muchos proyectos, Del Valle ha trabajado con niños en varias ediciones de los festivales Cantándole al Sol y del medio ambiente (con carácter internacional); en tanto se ha desempeñado en la formación de talentos provenientes del movimiento de aficionados. “Ahora estoy produciendo un disco con temas bien profundos, con una tónica diferente a lo conocido hasta ahora”; puntualizó el joven compositor.
