Al brindar algunas valoraciones sobre la marcha del programa que cumpliría el Papa Francisco la víspera en la capital del país, el Monseñor Federico Lombardi, director de prensa del Vaticano, aseguró a la prensa nacional y extranjera acreditada para la visita que más de 200 mil personas asistieron a la Misa ofrecida en la Plaza de la Revolución José Martí.
Lombardi precisó que fue un día “de muchos acontecimientos” y resaltó la participación en la Misa de Obispos y Cardenales de otros países, como de Estados Unidos, Haití, y España, entre otros.
Catalogó la misa de “histórica” y aseguró que durante la jornada, en algunos momentos, el Papa Francisco estuvo un poco cansado, en tanto “cuando hablaba espontáneamente mostraba una energía increíble”.
En relación con las palabras pronunciadas como parte del Ángelus y referidas “a la querida tierra de Colombia”, Lombardi subrayó la importancia de este pronunciamiento y retomó una frase del Sumo Pontífice al respecto: “Por favor, no tenemos derecho a permitirnos otro fracaso más en este camino de paz y reconciliación”.
Y a continuación comentó el agradecimiento que hizo al Presidente cubano Raúl Castro por todo lo que Cuba ha ayudado en esta situación.
Se refirió al breve discurso del Cardenal Jaime Ortega, al concluir la Santa Misa, sobre todo cuando este habló de que las relaciones entre Cuba y Estados Unidos se extiendan no solo a los altos niveles políticos, sino que alcance a los pueblos, enfatizó.
También citó la visita de cortesía que su Santidad realizó en horas de la tarde al Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, General de Ejército Raúl Castro, y los “coloquios privados” que sostuvieron ambos Jefes de Estado.
Como “algo interesante”, Lombardi catalogó el intercambio de regalos entre el Papa Francisco y el Presidente Raúl Castro.
Señaló que el Papa obsequió a Raúl un mosaico de la Virgen de la Caridad del Cobre, y lo más interesante, apuntó Monseñor Lombardi, es que una señora que colaboró con la obra, y trabaja en el atelier del Vaticano, integra el séquito Papal.
Por su parte, el Presidente Raúl entregó a su Santidad una gran pintura de Kcho (Alexis Leyva), una Cruz construida con barcos.
De igual manera comentó el encuentro que sostuvo el Primer vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros, Miguel Díaz Canel, con el Cardenal Pietro Parolin, Secretario de Estado de la Santa Sede, donde abordaron temas bilaterales de la Iglesia y el Estado, y otras consideraciones sobre el camino de la reconciliación de la sociedad cubana, los indultos de los presos en días pasados, y la situación regional, en particular la de Venezuela.
El Padre Lombardi se refirió, además, a las espontáneas intervenciones del Papa Francisco —tanto en la Catedral de La Habana como en el Centro Cultural Padre Félix Varela— sensibilizado por las intervenciones que en estos lugares hicieran el Cardenal Jaime Ortega Alamino, Sor Yaileny Ponce Torres, hija de la Caridad, y un estudiante universitario.
En sus improvisadas palabras habló de grandes ideales — dijo Lombardi— de grandes sueños, de las necesidad del diálogo, de la reconciliación, de ser abierto, de la amistad social por el bien común.
Los puntos que el Papa tomó de esta intervención, fue los grandes ideales, grandes sueños, y que las personas diferentes necesidad de dialogar, de ser abiertos, la amistad social por el bien común.
