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Cuba en la Fiesta de l´Humanité (+ Fotos)

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Gente preocupada por el devenir del mundo, personas decididas a «parir» un tiempo mejor, jóvenes en busca de juerga, adultos nostálgicos de una época en que ser proletario fue moda en Francia… De esto y más, hubo el fin de semana en el parque departamental Georges Valbon, en La Courneuve, donde tuvo lugar la edición número 80 de la Fiesta de l´Humanité.

En ese entorno diverso, Cuba gozó de una participación que estuvo signada por la manera en que los franceses entienden el valor simbólico de la resistencia de una pequeña isla frente al mayor imperio. La presencia del Héroe Gerardo Hernández y su familia (Adriana y Gema) atrajo miradas múltiples y, desde la solidaridad,  complementaron la natural empatía entre los pueblos de ambas naciones.

La visita en marzo pasado del presidente François Hollande a La Habana, devolvió el tema Cuba a la agenda francesa.  En apenas unas semanas ha crecido el interés de potenciar las relaciones y quienes desde hace mucho tiempo trabajan por acortar las distancias entre la vieja Europa y la rebelde y seductora isla caribeña, han aprovechado la circunstancia para tejer nuevos sueños.

En esa avanzada se halla sin dudas la asociación Cubacooperation, presidida por Victor Fernández, un francés nacido en España que lleva 20 años impulsando diversos proyectos en Cuba, Destacan los ejecutados en Cienfuegos, ciudad fundada 200 años atrás por una comunidad de emigrantes franceses y donde aún se respira ese legado europeo en construcciones y costumbres. Uno de sus más recientes esfuerzos se vio coronado en la pasada Bienal de La Habana, con la muestra Tres islas, tres mares, donde participaron unos 80 artistas de las artes plásticas de Cuba y Francia.

Parte de esas experiencias pudieron verse en el stand de Cubacooperatión en la Fiesta de L´Humanité, donde también tuvo lugar un Foro Económico que contó con la presencia de Matthias Fekl, secretario de Estado de Comercio, Turismo y Franceses en el Exterior; Jean Pierre Bel, enviado personal del presidente Hollande para América Latina y el Caribe; así como representantes de unas 30 empresas interesadas en tener vínculos económicos con Cuba.

Durante el encuentro Fekl reiteró la decisión de su gobierno de acompañar a Cuba en los cambios del modelo económico a través del estímulo a empresas para que inviertan, fundamentalmente, en los sectores priorizados por la cartera de oportunidades presentada por el Mincex y que en Foro fue explicada por Pedro  Luis Zamora, director de Europa del esa institución.

Bel, ex presidente del Senado francés, recordó que el incremento de las relaciones con Cuba no se circunscribe a los sectores comerciales, empresariales o financieros, sino que también abarcan los importantes dominios de la cultura y del intercambio académico y científico. Anunció además que ya fue cursada la invitación oficial para que el presidente cubano Raúl Castro visite Francia.

La Fiesta de l´Humanité, nacida para ayudar al órgano de prensa del Partido Comunista Francés, el diario l´Humanité, ha devenido en sitio de encuentros, de concertaciones: «Es como estar en casa y encontrarnos con amigos para hacer planes», confesó Pascal Joly,  secretario general de la Unión Regional de la Confederación General del Trabajo en Ile-de-France (URIF-CGT) quien se ha empeñado en estrechar los vínculos entre la mayor unión sindical de su país y la Central de Trabajadores de Cuba.

Cuba tuvo además otros momentos destacables en la Fiesta de l´Humanité, como el saludo transmitido al pueblo por Patrick Le Hyaric, diputado al Parlamento Europeo y director del periódico l´Humanité, quien durante la inauguración del espacio de debates Pueblos del Mundo (Village du Monde) recordó que «a fuerza de voluntad y coraje los cubanos ganaron una importante batalla diplomática al conseguir restablecer relaciones con Estados Unidos, pero ahora falta derrocar el bloqueo».

«Este será el festival de la unión y de la fraternidad, la fiesta por la unidad de los hombres y las mujeres que quieren la transformación social y ecológica del mundo”, dijo Le Hyaric.

Hubo además otros espacios donde la isla fue protagonista. Entre ellos el stand montado por la misión estatal de Cuba al que los franceses llegaban buscando la alegría, el temperamento, el son y las delicias del mar.

También los de las asociaciones de solidaridad Francia Cuba y Cuba Sí Francia, habitados por gente de izquierda, sensible al dolor humano y dispuesta a grandes sacrificios con tal de reciprocar  todo lo que en inspiración la isla les ha entregado.

Pero si la Fiesta tuvo un rey (con el perdón de los antimonárquicos que abundan en París), ese fue el Mojito cubano. Esa mezcla de jugo de limón, azúcar, hojas de menta y Havana Club, fue sin dudas el trago más vendido en todos los espacios de la feria. Incluso algunos rivalizaban en precio, pero el consenso es que su presencia se ha vuelto imprescindible en un espacio como este donde el solo acto de estar, puede entenderse como una postura política de simpatía hacia la utopía de que un mundo mejor es posible.

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