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Las razones de Habanarte

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El Festival de la Cultura Cubana Habanarte es una cita singular dentro del amplísimo panorama de eventos de las artes y la literatura en Cuba. Quizás buena parte del público, incluso, parte del público especializado —críticos, periodistas, creadores— no tengan claras las motivaciones de esta cita. Algunos se han preguntado por qué convocarla justo después del verano, que tiene una programación cultural especial. Otros se preocupan por los costos que pudiera tener el festival.

Una de las motivaciones de Habanarte es atraer a un sector importante para la economía del país: al turismo internacional. Para mucha gente en el mundo, Cuba es sencillamente un lugar de playa y sol, pero está claro que hay una propuesta cultural que pudiera consolidarse como uno de nuestros principales atractivos. La Habana tiene potencial para convertirse en una de las principales plazas latinoamericanas para el turismo principalmente cultural.

Habanarte forma parte de esa estrategia. Queda mucho por hacer en ese sentido. De hecho, la cantidad de visitantes extranjeros que asisten a las presentaciones todavía no es significativa. Pero la idea es ir creando espacios. Un Festival agrupa propuestas y le otorgan más visibilidad.

Ahora bien, ¿significa que Habanarte le dé la espalda al público cubano? Para nada. El público nacional es el principal destinatario de la cita. En primer lugar por algo obvio: el concepto de cultura que se enarbola no está completo sin la participación de los consumidores habituales de las expresiones artísticas y literarias del país.

Gracias al compromiso de algunos de los más importantes creadores, de todas las manifestaciones, se hace énfasis en la calidad y en la cantidad de las ofertas. Ahí está la esencia misma del Festival: se aúnan numerosas expresiones, se hace énfasis en los mecanismos promocionales para articular una cita multicultural. Algunas provincias del país, como Holguín y Santiago de Cuba cuentan con festivales múltiples, pero La Habana, hasta ahora, no convocaba ninguna cita con estas características.

Y todo eso sin grandes inversiones. Por una sencilla razón: Habanarte se organiza con los recursos habituales de las instituciones, con los esquemas de programación y producción de siempre. La distinción está en la calidad de las propuestas, en la integración de todas las instancias.

En buena lid, Habanarte podría ser un experimento. Lo ideal sería que este concepto se extendiera durante todo el año.

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