El comportamiento inadecuado de los trabajadores ante labores que constituyen peligros para la vida, incumplimientos de los protocolos tecnológicos, baja percepción de los riesgos, imprudencias, además de causas organizativas, son los aspectos que influyen en Villa Clara en la ocurrencia de accidentes del trabajo.
De enero a junio resultaron lesionados en el territorio 134 trabajadores, 48 más que en igual período del 2014, y hubo que lamentar dos accidentes fatales.
Un control realizado por la Oficina Nacional de Inspección del Trabajo (ONIT), del territorio a 49 entidades de varios sectores dio como resultado que dieciséis fueran evaluadas de mal y diecisiete de regular. Julio Cesar Rondón, director de dicha oficina, declaró que la inspección verificó el estado de implementación de los aspectos que sobre este asunto contempla el código laboral.
“Se detectó que los planes de prevención no reflejan con realidad los riesgos a los que están expuestos los obreros en sus áreas, también los equipos peligrosos como grúas, calderas y otras maquinarias no son certificados con la regularidad necesaria y tampoco se controla adecuadamente el personal que las opera. Además ocurren accidentes de choferes profesionales relacionados con la ingestión de bebidas alcohólicas”, precisó
El principio de protección de los trabajadores respecto a las enfermedades profesionales y los accidentes está contemplado en el nuevo Código de Trabajo cubano, así como es obligatorio que las administraciones cumplan la ejecución de la partida establecida para esta finalidad en el presupuesto de cada entidad.
Hurgando en el presupuesto
El presupuesto para proteger y mejorar las condiciones de trabajo de los villaclareños asciende a más de 830 mil de pesos (MN) y más de 500 mil en CUC. Hasta el sexto mes del año se había ejecutado solo el 29.6% y el 56,8%, respectivamente.
Entre los organismos morosos se mencionan educación, la ciencia, comunicaciones, agropecuario. Tabacalero y salud no han iniciado aún el manejo de estas cifras, el primero por haber planificado su ejecución en el último trimestre del año y el segundo por incluir la partida dentro de otros gastos sin especificar el monto destinado a este propósito.
Según un análisis realizado por el secretariado provincial de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC), los sindicatos de la ciencia, comercio y gastronomía, construcción, cultura, transporte, turismo y varias CTC municipal no han evaluado el tema con la prioridad que el mismo requiere y las acciones tomadas no son lo suficientemente profundas para revertir la situación.
Al respecto Ana Delia García Daria, miembro de este órgano, explicó que las causas de estos incumplimientos no se deben a falta de financiamiento. “Lo aprobado está en correspondencia con las solicitudes realizadas, pesa la inadecuada planificación y mala contratación. No obstante existen problemas con las tallas, la distribución y los precios”, puntualizó.
Asimismo reconoció que es imprescindible capacitar a los dirigentes de base en los aspectos que sobre este particular estable el Código de Trabajo y su materialización en el Convenio Colectivo de cada centro.
El presupuesto y los planteamientos de los trabajadores
Muchos de los planteamientos realizados en las asambleas de afiliados se refieren al tema. Por ejemplo, los azucareros señalaron el deterioro del techo de varios centrales. Los de la construcción, así como alimentaria y pesca declararon mala calidad de los medios de protección adquiridos, además de insuficientes. En la INPUD el cuerpo de seguridad DELTA manifestó carecer de gorras, capas de agua, abrigos, botas de goma, por su parte los educadores solicitaron adquirir ropa de presencia.
Y, mientras los presupuestos de salud y tabaco esperan por abrirse, los del primer sector dijeron que era insuficiente la distribución de los uniformes para los empleados en la campaña antivectorial, mala calidad del calzado del personal de enfermería, inexistencia de espejuelos antipartículas, delantales plomados, gafas protectoras y collarines para resguardar la tiroides. A su vez los tabacaleros, específicamente los del torcido, reclamaron mascarillas para resguardarse del polvo y orejeras, entre otros.
El Estado cubano destina recursos para prevenir la accidentabilidad, velar por que se adquieran medios de protección, que estos tengan la debida calidad y se usen sistemáticamente es una de las funciones de representación de los sindicatos, con ello se logran condiciones seguras, ambiente laboral favorable y se evita una carga económica para el país, que además es costosa.