Muchos no prestan la debida atención cuando comienzan a sentir calambres, dolores e inflamación en los dedos, así como entumecimientos en las muñecas y las palmas de las manos. Sin embargo, las bibliografías médicas asumen que con el tiempo pueden llegar a un dolor punzante en esta sección, el cual se agudizará hasta prolongarse al brazo.
Este suele ser el último aviso que genera el cuerpo humano para alertar sobre el padecimiento del síndrome del túnel carpiano (STC), una enfermedad dolorosa y progresiva causada por la compresión de un nervio importante y dominante, que se afecta primero y luego aparece el dolor.
Por su recurrencia en varios oficios y las agravantes que supone está refrendada en el actual Código de Trabajo, con el objetivo de alertar sobre sus consecuencias y disminuir su aparición en el sector laboral.
Clínicamente hablando…
“El STC se refleja en un grupo de síntomas y signos, que son resultado de la compresión del nervio mediano en la muñeca a nivel de túnel del carpo. Incluyen adormecimiento en el primero, segundo, tercer dedos y mitad radial del cuarto.
“También existe dolor difuso en la mano, más intenso en las noches, que se puede irradiar hacia el antebrazo y, en casos muy severos, atrofia y debilita algunos músculos de la base del pulgar”, explicó a Trabajadores el doctor Gustavo Bestard, especialista de primer grado en Ortopedia y Traumatología del Hospital Docente Fructuoso Rodríguez, de La Habana.
Las principales causas están relacionadas con situaciones donde se produzca estrechamiento del túnel; por ejemplo, en fracturas de muñeca mal alineadas, infecciones, trastornos inflamatorios y tumores benignos como gangliones y lipomas.
Según el galeno, en el 95 % de los pacientes esta enfermedad es idiopática (causa desconocida). “No obstante, existen otros factores que se ven asociados a este cuadro clínico como la obesidad, la diabetes mellitus, el hipotiroidismo, el embarazo y la menopausia, entre otras. También se describe en personas que duermen con la muñeca flexionada”.
¡Atención a las féminas! Ellas tienen tres veces más probabilidades que los hombres de padecer el síndrome, debido a que su túnel carpiano es más pequeño. Se ha comprobado estadísticamente que la incidencia es hasta cinco veces mayor en las mujeres.
Este padecimiento se refleja comúnmente en trabajos donde se produce flexión y extensión repetitiva de muñeca y dedos; en personas que laboran con computadoras y con mouse; violinistas, jardineros, costureras, mecánicos, vaqueros, entre otros.
Para no lamentar
De acuerdo con el doctor Bestard, el STC constituye el síndrome de compresión nerviosa más frecuente de las extremidades superiores, y su incidencia es del 3 al 10 % de la población mundial, aunque dentro del trabajo profesional ocupa el 20 por ciento.
Para su prevención, el doctor Gustavo Bestard indica algunas medidas: cambio de actividad laboral, renovación de teclado y mouse, evitar las posiciones en flexión de la muñeca durante el período de sueño mediante el uso de férulas nocturnas (que evitan cerrar la mano), así como la realización de ejercicios de estiramiento y deslizamiento del nervio.
A partir de que se cumplan los tratamientos el malestar frena; pero si con los procesos médicos habituales persisten los síntomas o se agrava la enfermedad por su curso natural, entonces está indicada la cirugía.
“El método más eficaz en mi experiencia es la descompresión abierta con una incisión mínimamente invasiva en la palma de la mano, a pesar de que existen otros”.
Algunos hospitales —como es el caso del Fructuoso Rodríguez— planifican interconsultas, de conjunto con los policlínicos más cercanos, para detectar el síndrome de forma precoz. “Además, los pacientes que acuden al cuerpo de guardia son remitidos a nuestro servicio con el fin de realizar el tratamiento adecuado para evitar dolencias prolongadas y complicaciones irreversibles.
“La vía quirúrgica tiene el objetivo de agrandar el túnel carpiano y generar más espacio para el nervio mediano. La mayoría de las personas que se someten a la cirugía se recuperan totalmente, aunque tanto este proceso como la cicatrización tras la intervención pueden durar varios meses”, concluyó el ortopédico.
Si el origen del síndrome del túnel carpiano es profesional, entonces habrá que demostrar la relación entre la enfermedad y la propia actividad del trabajo. La persona podría tener derecho a una solicitud de incapacidad laboral o someterse a un reposo temporal.