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Menos lastre de color rojo

En un argumentado enfoque teórico del perfeccionamiento del modelo económico cubano, publicado por  la editorial de Ciencias Sociales, el  doctor

Foto: Ramón Barreras Ferán

 

Frank Hidalgo-Gato Rodríguez (Las Villas, 1945, La Habana,  2012), quien fuera Profesor Titular  Consultante de la Universidad de  La Habana, explicó que “(…), sobre  la presencia de los factores externos que lastran nuestro crecimiento,  apenas si estamos en capacidad de  influir directamente, pero sí podemos hacerlo sobre aquellos que son  de origen interno. Por lo demás, sería  equivocado subestimar la capacidad  de maniobra y transformación de la  economía cubana, aun en las condiciones difíciles que impone el entorno económico mundial actual”.

Y en otra parte subrayó: “La esencia de una estrategia de desarrollo exitosa consiste en la eficacia  con que esta propicie que el país logre neutralizar los rendimientos decrecientes de sus factores (…), y en lo  posible, tornarlos crecientes”.

Esas definiciones sustentan la reciente decisión adoptada de extinguir  empresas que presentaron de forma  reiterada resultados negativos en su  gestión, sobre la base de lo refrendado en el Lineamiento 17 aprobado en  el VI Congreso del Partido.

Al cierre del 2014 cerraron con  saldos negativos en su gestión 123 entidades, de las cuales 87 tenían planificadas utilidades por un monto de  75 millones 691 mil pesos y perdieron  322 millones 785 mil.

Pero eso no es todo, pues 56 tuvieron pérdidas durante dos años o más, de las cuales el 73 % pertenece  al Ministerio de la Agricultura. Esa  situación, sencillamente, resulta insostenible.

En tal sentido, se decidió extinguir 24 de ellas con deterioros desde el 2012. Otras seis trabajarán con  pérdidas hasta el 2016 y 26 deben  recuperarse durante el presente año,  respondiendo de manera positiva a  acciones concebidas por sus respectivas direcciones o por cambios en el  sistema financiero a recibir del Presupuesto del Estado.

Ese es el panorama actual. Ahora bien, ¿es adecuada la decisión? La interrogante la han formulado lectores interesados en los temas económicos. Y también han indagado sobre qué sucederá con los trabajadores.

Vayamos por partes: La disposición era de esperar. En comentarios  anteriores habíamos acentuado la  necesidad de materializar ese lineamiento para mejorar la salud de la  economía cubana y disminuir el pesado lastre formado por los negativos  números rojos. No obstante, inferimos que no ha resultado fácil adoptar una decisión de ese tipo, por los  múltiples factores implicados.

Nuestra economía requiere fortalecerse y en ese empeño es y será  siempre esencial la empresa estatal  socialista, sin restar importancia a las demás formas de gestión. Por lo  tanto, es imprescindible un sistema  empresarial fuerte, sano, que aporte  y no constituya una carga adicional  en los gastos presupuestarios que de  por sí son elevados.

Consultado sobre el asunto, el Doctor en Ciencias Económicas Francisco Rogelio Pérez Rosado, investigador y profesor de la Universidad de Cienfuegos, hizo un grupo  de observaciones, de las cuales seleccioné la siguiente: Existen entidades  de un mismo sector, como el agropecuario por ejemplo, que cuentan con  recursos similares y condiciones generales muy parecidas donde una es rentable y otra no, debido a razones subjetivas.

Y subrayó: “Como norma no se concibe una economía donde haya una gran cantidad de empresas con sostenida irrentabilidad”.

En cuanto a la situación en la que quedarán los trabajadores de las que se extinguen no cuento con algún pronunciamiento oficial al respecto, pero estoy seguro que recibirán el tratamiento adecuado y que, como ha reiterado el General de Ejército Raúl Castro Ruz, ninguno quedará desamparado.

El Lineamiento 07 señala que se hace imprescindible “lograr que el sistema empresarial del país esté constituido por empresas eficientes, bien organizadas y eficaces (…)”.

Por tanto, es obvio afirmar que están de más los números rojos.

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