La obra también rindió homenaje a los 55 años de la Federación de Mujeres Cubanas (FMC), que Vilma Espín fundó y lideró hasta su muerte.
A la representación del ballet en el Teatro Nacional de Cuba, en La Habana, asistieron Alicia Alonso, la presidenta de la FMC, Teresa Amarelle, y el historiador de la Ciudad, Eusebio Leal, así como fundadoras de la organización, personalidades de la cultura, dirigentes de las FAR y el Minint, familiares y amigos.
Según declaraciones de Alicia Alonso, cuando se concibió este ballet como homenaje danzario se intentó hacer un recuento de los «grandes aportes» de Vilma Espín en su actividad revolucionaria, así como rememorar «su hermosa trayectoria desde joven y su lucha por la reivindicación de la mujer».
La coreografía de «Vilma» es de Eduardo Blanco, con música del pianista cubano Frank Fernández y fue interpretada en los roles principales por los primeros bailarines del BNC, Anette Delgado y Dani Hernández, acompañados por solistas, el cuerpo de baile de la compañía y alumnos de la Escuela Nacional de Ballet.
Tomada EFE