Astaná.- El camino de Cuba al podio en el XXXI campeonato mundial de judo continuó siendo largo y empedrado, pues este jueves Maricet Espinosa (63 kg) fue perjudicada por una polémica descalificación cuando disputaba su pase a octavos de final, al tiempo que el joven Iván Silva (81 kg) cedió ante un japonés de mayor aval y experiencia.
La capitalina había dominado fácil el primer combate ante la argelina Imene Agouar, al propinarle ippón (técnica de inmovilización tras marcar wazari), pero en su segunda presentación fue víctima de una injusticia arbitral cuando ganaba su pelea frente a Munkhzaya Tsedevsuren, de Mongolia, octava del ranking universal y titular de Asia este año, a la postre medallista de bronce ahora.
Lo sucedido, despojado de cualquier subjetividad, puede ser descrito de esta manera: proyección de la cubana que inicialmente el árbitro principal marcó wazari y luego la mesa de jueces rebajó a yuko. Cuando más activa y ataque presentaba la antillana, menos respondía su rival, quien solo tomó una vez la ofensiva y ahí mismo fue castigada la nuestra con una descalificación, por un supuesto agarre a la pierna, que ni siquiera varios colegas de la prensa internacional que cubren esta lid apreciaron en el Palacio de Hielo Alau.
“Fue una injusticia porque ella nunca tocó la pierna de la mongola. Fuimos a reclamar y en el video se apreciaba que no había agarre, pero ellos decidieron mantener la decisión a partir del ángulo que tiene la cámara oficial del evento y perdimos”, comentó muy disgustado el profesor Ronaldo Veitía, quien se había mostrado esperanzado con la forma deportiva de la capitalina tras su lesión.
Por su parte, la perjudicada lloró largamente fuera del tatami y en las primeras declaraciones aseguró “es imposible que pudiera agarrarla porque ella fue la que me atacó. Me sorprendí tanto cuando detuvieron el combate porque nunca pensé que se trataba de una posible descalificación ya que iba ganando”.
“Me siento totalmente recuperada de la lesión y quería demostrar en este mundial que podía pelear por una medalla, porque en Río de Janeiro 2013 perdí también en la segunda ronda”, dijo Maricet con la impotencia de saberse despojada de una victoria que la hubiera ubicado en la disputa de octavos de final.
En el caso del joven Iván Silva (81 kg), tras quedar bye en la primera ronda de su división – por cierto una de las más concurridas con 76 inscritos— liquidó sin contratiempos por ippón al gabonés Paul Kibikai. Acto seguido enfrentó al quinto hombre del ranking mundial en su peso, el japonés Takanori Nagase, titular mundial de las Universiadas Mundiales del 2013 y actual campeón nacional de su país, quien rindió un desempeño de ensueño y aportó el cuarto título de su delegación en la justa.
A pesar de una correcta estrategia, la mejor técnica del asiático se impuso y cayó por ippón cuando restaba un minuto de pelea. “Fue una competencia muy fuerte que me da mucha experiencia porque es mi primer mundial”, expresó todavía sudoroso el joven de 19 años y subcampeón de los Juegos Panamericanos de Toronto 2015.
“Hace falta seguir compitiendo más en pos de la clasificación olímpica y sacar experiencias de los fracasos y victorias”, comentó Silva tras contar que intentó contrarrestar el nivel técnico del japonés, pero fue superado con claridad.
En ambas divisiones celebradas este jueves volvió a repetirse lo que viene siendo una constante en este mundial: ningún monarca del 2014 ha repetido aquí su máximo pergamino, pues en los 63 kilogramos la eslovena Tina Trstenjak desbancó en la final a la francesa Clarisse Agbegnenou.
Para este viernes Cuba tendrá tres posibles opciones más de medallas con el titular mundial del 2013, Asley González (90 kg), la bronce universal del 2014, Onix Cortés (70 kg) y la submonarca olímpica del 2008, Yalennis Castillo (78 kg).