Los ómnibus articulados que circulan en estos momentos por varias rutas de Pinar del Río llegaron hace varios meses en mal estado desde la capital del país, pero gracias a Omar Delgado Rivera, Pastilla, como conocen sus amigos al responsable fundamental de la recuperación de los equipos, y un grupo de mecánicos han posibilitados que estos constituyan hoy un alivio para los problemas del transporte, por sus facilidades de cargar entre 180 y 200 pasajeros.
El aporte de estos hombres permite un ahorro considerable, pues, además de la escasez de piezas, cada ómnibus cuesta alrededor de 90 mil dólares. La labor de Pastilla ha valido para que la Asociación Nacional de Innovadores y Racionalizadores (Anir), en la provincia, haya propuesto sus innovaciones al Premio de Mayor Impacto Económico y Social.
La obra de Pastilla
Omar es un innovador consumado, electricista automotriz habituado a reparar vehículos con problemas. Por eso, no titubeó cuando Frank Cruz Hernández, director de la Empresa Provincial de Pasajeros por Ómnibus, le pidió recuperar los articulados.
“Solicitamos al Ministerio de Transporte 11 en el mes de marzo con el objetivo de buscar solución a siete y ya en julio comenzaron a prestar servicio. Estaban bastante deteriorados desde el punto de vista técnico y eléctrico. Se repararon los motores, las cajas eléctricas, pero los aniristas hicieron cambios en la parte de las correas para la alimentación y enfriamiento del carro y en su reconstrucción”, explica Cruz Hernández.
Las adaptaciones fueron variadas, pero dos innovaciones de Omar solucionaron complicaciones capitales. Ante el desconocimiento de este tipo de instalaciones, él aprendió sobre estos con un electricista habanero. Sin embargo, su éxito se gestó por ideas propias, ante la carencia de piezas.
“Cuando regresé no había cajas de fusibles, entonces estudié las de Yutong para ver si se podían adaptar a estos vehículos, en los cuales esta domina la computadora del motor, la de la caja y la del acordeón. Analicé esos circuitos y salió”, cuenta Delgado Rivera.
Con este problema resuelto se presentó otro inconveniente, cuya solución el inventor considera incluso más importante que la adaptación anterior, porque ahorra mucho tiempo. “Cuando se reparaban los motores y los colocaban, estos mostraban problemas, botaban aceite, tenían ruidos extraños y había que volver a quitarlos. Entonces ideé una caja eléctrica para arrancarlos desde el suelo, con la computadora, y resultó. Así se dejan listos antes de montarlos”, añade Pastilla.
Estas soluciones le valieron el reconocimiento de todos y la propuesta para el premio por parte de las autoridades de la Anir en Pinar.
Soluciones duraderas
Los carros trabajan desde su puesta en marcha sin dificultades y cubren cuatro rutas fundamentales, uniendo la ciudad capital con los municipios de San Luis, San Juan, Consolación del Sur y el consejo popular de La Coloma, sin servicio por un tiempo prolongado. En horarios de mucho tráfico refuerzan también la ciudad de Pinar del Río.
Omar afirma, sin dudar, la imposibilidad de incendio por culpa de las instalaciones eléctricas. Él es un trabajador humilde, no alimenta egos innecesarios, pero confiesa el orgullo personal del inventor.
“Las piezas son muy difíciles y si no hace nada se quedan los carros detenidos. A otros les he hecho innovaciones y llevan años sin romperse. El regocijo de nosotros es verlos trabajando”.
Muchos no conocen al responsable principal de que estos articulados sean parte del paisaje urbano y rural de la provincia y no un armazón abandonado en un taller o un desguazadero. El impacto se multiplica según transcurren los días, pues se calcula que por esa vía se transportan 8 mil pasajeros diariamente.