Hasta Milán, Italia, se fue la familia del canotaje para celebrar su campeonato universal de cada año, donde Cuba participó solo con seis kayaquistas y la mejor actuación corrió a cargo de la tricampeona panamericana Yusmari Mengana, quinta en el K-1 a 200 metros.
La pinera solo fue superada por las representantes de Nueva Zelanda, Polonia, España y Azerbayán y de esta manera demostró que exhibe nivel para estas lides, no obstante su corta edad y el poco roce competitivo. No le fue igual en la distancia de 500 metros, al ganar la final C, equivalente al puesto 19 del evento.
En el medio kilómetro, pero en el K-2, junto a su compañera Yurieni Guerra, tampoco les fue bien, pues finalizaron octavas en la semifinal B, es decir, lugar 23 de la lid. La cuarteta masculina de Jorge García-Reinier Mora-Reiniel Torres-Alex Menéndez también anduvo alejada de primeros planos, al concluir octava en la final B sobre 1 000 metros.
A pesar del rendimiento exhibido en los últimos Juegos Panamericanos, el canotaje cubano regresó a casa sin su objetivo: clasificar la mayor cantidad de embarcaciones para los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro. Se extrañan los años en que nuestros canoístas eran medallistas seguros, tanto que ahora ni siquiera esa especialidad acudió a la justa del orbe.
Por naciones, Alemania ganó el mundial (5-3-5), al superar por estrecha diferencia a Belarús (5-2-3), mientras Australia era tercera (5-2-1) y Brasil se coló en un sorpresivo cuarto puesto (4-0-5).