“Esa fuerza telúrica llamada Fidel Castro Ruz fue el rasgo más importante y original de las peculiaridades de la Revolución cubana, expresado por el comandante Ernesto Che Guevara, en su artículo titulado Cuba, ¿Excepción histórica o vanguardia en la lucha anticolonialista?, escrito en abril de 1961. Han transcurrido 54 años y aquel temprano retrato del entonces Primer Ministro del Gobierno Revolucionario no solo se ha confirmado, sino que se ha ido enriqueciendo con el transcurso del tiempo.
Mucha razón le asistía al Che cuando aseguró que “El futuro colocará en su lugar exacto los méritos de nuestro Primer Ministro, pero a nosotros se nos antojan comparables con los de las más altas figuras históricas de toda Latinoamérica”.
Y al enumerar las circunstancias excepcionales que rodean la personalidad de Fidel, señaló: “Hay varias características en su vida y en su carácter que lo hacen sobresalir ampliamente por sobre todos sus compañeros y seguidores. Fidel es un hombre de tan enorme personalidad que, en cualquier movimiento donde participe, debe llevar la conducción, y así lo ha hecho en el curso de su carrera desde la vida estudiantil hasta el premierato de nuestra patria y de los pueblos oprimidos de América. Tiene las características de gran conductor, que sumadas a sus dotes personales de audacia, fuerza y valor, y a su extraordinario afán de auscultar siempre la voluntad del pueblo, lo han llevado al lugar de honor y de sacrificio que hoy ocupa.
“Pero tiene otras cualidades importantes —continúa valorando el Che— como son su capacidad para asimilar los acontecimientos y las experiencias, para comprender todo el conjunto de una situación dada sin perder de vista los detalles, su fe inmensa en el futuro, y su amplitud de visión para prevenir los acontecimientos y anticiparse a los hechos, viendo siempre más lejos y mejor que sus compañeros. Con estas grandes cualidades cardinales, con su capacidad de aglutinar, de unir, oponiéndose a la división que debilita, su capacidad de dirigir a la cabeza de todos la acción del pueblo, Fidel Castro hizo más que nadie en Cuba para construir de la nada el aparato hoy formidable de la Revolución cubana”.
Tal vez fue el Che el primero en destacar esos rasgos de la personalidad de Fidel de los que después otros han hablado. Ha transcurrido más de medio siglo y si el Che pudiera hoy completar su visión del líder histórico de la Revolución seguramente no dudaría en afirmar que además de su liderazgo al frente de su pueblo y de los pueblos oprimidos de América, se convirtió en una personalidad de alcance mundial.
Así es reconocido y homenajeado hoy en su 89 cumpleaños, un extenso camino de vida recorrido en medio de arduos peligros y amenazas, pero siempre fiel a sus principios, a su patria y entregando aun su inagotable energía al presente y al futuro.