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La Verbena de Santa Clara, preámbulo del onomástico de Fidel

Casi con la fundación de Santa Clara surgió su fiesta tradicional. El 12 de agosto vuelve a celebrarse, en la ciudad del centro del archipiélago cubano, y como parte de las actividades del verano, la Verbena de la Calle Gloria.

Esta festividad de origen religioso, que tiene 320 años, pues data del lejano año 1695, seis después de creada la villa, se realiza la fiesta en la calle que lleva por nombre Gloria en honor a su patrona: Gloriosa Virgen de Santa Clara de Asís.

La imagen de la virgen era llevada sobre los hombros al término de la arteria hasta cerca del río Cubanicay, donde se situaba en un altar para venerarla, a ello le acompañaba un gran bullicio y el adorno de la vía con plantas ornamentales y banderolas de diversos colores.

En sus inicios fue una celebración modesta que duraba todo el día, luego sirvió para recaudar fondos para el Cuerpo de Bomberos Voluntarios de la ciudad. Estas fiestas se sucedieron durante todo el período colonial y neocolonial, aunque no de manera sistemática. Durante casi tres décadas dejaron de realizarse. En 1989, por las conmemoraciones del 300 aniversario de la fundación de Santa Clara, se revitalizaron.

En la Verbena se muestran dulces y otras golosinas, venden flores, refrescos y vinos, se presentan payasos, repentistas, trovadores, orquestas, bailarines, hay serenatas, bailables populares, exposiciones, venta de productos de artesanía y sobre todo mucha alegría.

La tradición se ha enriquecido con los años y además de perpetuarse como fiesta tradicional, también ha tomado una connotación especial al ser preámbulo para esperar con júbilo en la provincia el onomástico del líder de la Revolución cubana.

 

 

Desde hace varios años la festividad se alarga y es propicia para, de manera colectiva, entre poemas, canciones patrióticas, variedad de manifestaciones artísticas así como el arte popular, iniciar el homenaje a las 12 de la medianoche del día 13 de agosto, cumpleaños del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz.

En ese momento la alegría es total y el júbilo no es únicamente en la calle Gloria, sino en todos los barrios y consejos populares del municipio.

En esta ocasión se une la satisfacción de celebrar el cumpleaños 89 del hombre que admira este pueblo y que ha conducido a Cuba por caminos de dignidad y gloria como el nombre de la calle donde se celebra la tradición.

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