A la trabajadora de Educación Bárbara Díaz López, del municipio cienfueguero de Cruces, le preocupa que el Banco Popular de Ahorro (BPA) la declare no confiable y le niegue en el futuro un nuevo crédito monetario.
Según explica en su carta, a inicios de julio recibió la visita de un empleado del banco en su escuela, la secundaria básica José de la Luz y Caballero, para notificarle que debía una de las cuotas de amortización del préstamo solicitado con destino a la compra de materiales de construcción. Algo inexplicable para ella, pues ese dinero se lo descuentan de la nómina de manera puntual.
En busca de respuestas, la lectora fue al banco y la remitieron a la dirección de Economía de Educación, no consigna nombre ni nivel. Allí corroboró que no tenían constancia del impago y nuevamente se dirigió al BPA.
Cuando examinaron los recibos, constataron que Bárbara había sido dada de baja, pues en el mes de mayo había trasladado la deuda al primer fiador, su hija, pero el otro banco no la recibió. Entonces no le quedó más remedio que pedir prestado el dinero para amortizar la deuda y el recargo por mora.
La remitente considera ilógico que el descuento no llegara a su destino y aunque le informaron que se lo devolverían, siente que quedó sin posibilidades de pedir otro crédito al BPA. ¿Qué puede hacer al respecto?