Justo el día posterior a la publicación del artículo Salario juzgado, que narraba las dificultades para que la jueza lego artemiseña Luz María Quiñones devengara su salario, recibimos la noticia de que cobró sus haberes casi una semana después de habernos remitido la queja.
En la carta firmada por Jesús Mayoral, director general de la Empresa de Aprovechamiento Hidráulico de la provincia, se explica que la compañera recibió el 5 de junio su sueldo básico, en lugar del promedio, como establece el Decreto 326 del 2014, que reglamenta la implementación del Código de Trabajo en su artículo 132.
Al percatarse del error, la directora de Gestión Empresarial le notificó que se le entregaría la diferencia dejada de percibir, lo cual ocurrió 19 días más tarde, precisa.
El funcionario reconoce que aunque existió un error porque el especialista principal de Dirección de Gestión de capital humano desconocía la citada norma legal, este emprendió acciones para enmendarlo con prontitud. En correspondencia se le aplicó una medida disciplinaria, consistente en una amonestación ante el colectivo laboral.
Mayoral señala que la directora de Gestión Empresarial mantuvo a la lectora al tanto de los pasos que ejecutaban para pagarle y que solo estaba desactualizada la tarjeta SNC-2-25 del mes de abril.
En todo momento, puntualiza, se trató de dar solución al problema creado, sin embargo, la remitente consideró que 13 días hábiles era mucho tiempo para obtener lo que le faltaba de su pago.
Según el directivo, Luz afirmó haber enviado otra carta al periódico el 28 de junio, para informar que su conflicto ya había sido resuelto, y nosotros aseguramos que no la hemos recibido.
Insistimos, y así lo hicimos saber al director de la entidad, que la publicación del caso era una alerta, pues desde el año pasado hemos recibido otras quejas denunciando hechos similares. Ahora enfatizamos que quienes escriben son responsables de cuanto exponen y si se arrepienten o su problema es solucionado, consideramos que es elemental volver a contactar con nuestra redacción para hacerlo saber y no precisamente por la vía postal, debido a las lógicas demoras que implica.