“Darlo todo y dejar el alma”

Por Ariel Pazo Ortiz, estudiante de Periodismo

Inició su carrera artística como modelo del cabaré del hotel Capri y luego trabajó en el dúo Las Tropicales en centros nocturnos de La Habana. Se caracteriza por sus atractivos movimientos escénicos. El tiburón es un tema musical que la distingue. Su repertorio, tan amplio como su talento, la hizo merecedora de galardones internacionales. Interpretó muchas de las canciones del comandante Juan Almeida. Todavía tiene empeños artísticos.

¿Cómo recuerda su trabajo con el cuarteto de Meme Solís?

El cuarteto me enseñó todo lo que aprendí y después lo incorporé a mi carrera en solitario. Me sirvió haber pasado por él durante cuatro o cinco años. Me quedó esa escuela, y se lo debo.

¿Qué la motivó a emprender su carrera en solitario?

Fue, realmente, cuando el cuarteto se disolvió. Héctor, Miguel Ángel y yo hacíamos trío, pero comprendimos que la presencia de Meme y su dirección se extrañaban entre nuestros seguidores. Entonces decidimos trabajar en solitario. Hubo que prepararse física y vocalmente. Cuando cantas en un grupo la voz se pierde, tiene que unirse a las demás y si cantas solo debes poner todo lo que tengas de talento.

¿En ese momento ya se sentía segura?

No, la voz no se coloca de la misma manera cuando se canta en grupo que cuando se es solista. Tuve un maestro, Juan Espinoza, quien me dio clases de canto para dejar la voz blanca que yo tenía en el cuarteto. Tres o cuatro veces a la semana iba para su casa. Él me puso la voz en su sitio, entonces recuperé mucho las condiciones de mis cuerdas vocales que estaban lisas, como corrientemente se dice.

¿Cómo valora su incursión en cine, teatro y televisión?

Me siento estelar por haber hecho de todo. Lo principal es quiénes te ayudaron, porque solo no puedes hacer nada: el maestro es imprescindible. No soy actriz, entonces cuando me invitaron a un filme del realizador Enrique Pineda Barnet, tan conocido y con tantos premios, fue muy bonito que me diera la oportunidad de salir en una película suya.

De todos los premios que ha merecido durante su vida artística, ¿alguno le causó especial emoción?

Todos fueron de una tensión tremenda, un interés por ganar, porque se piensa en ganar cuando estamos luchando y trabajando. Los concursos internacionales te enseñan cosas que no te pasan por la mente: es un esfuerzo mental y físico. Siempre lo digo: competir es muy importante porque te pule más.

¿Por qué su repertorio se centra en la balada?

Cuando salimos del cuarteto, Miguel Ángel, Héctor y yo empezamos a creer en el bolero, la canción, la balada, porque el cuarteto tenía un grupo de temas de mucho amor. Seguimos por esa línea de componer melodías que fueran románticas, dijeran algo y no sirvieran solo para reírse, bailar y dar palmadas. Entendimos eso y mira, hasta ahora. Pero tampoco podía dejar de bailar, porque la gente me lo pedía.

¿Para usted qué representa ser una de las cantantes que más obras ha interpretado del comandante Juan Almeida?

Tengo el orgullo de haber cantado sus canciones, que tuvieron mucha fuerza, pero no solo fui yo la que las cantó. Creo que varios nos destacamos en su interpretación. Hubo composiciones suyas que gustaron mucho y estuvieron años en la radio.

¿Qué no le gusta que se diga de Farah?

A mí nadie me ha dicho nada feo: no soy una belleza ni mucho menos, pero soy artista, como cualquiera, que va al escenario con la intención de transmitir, darlo todo y dejar allí el alma.

Después de tanta gloria artística, ¿le falta algo por hacer?

Siempre piensas que sí, ¿cómo no? Creí que era a mí sola a la que le pasaba, pero lo comenté con otros cantantes y un artista está pensando en todo momento que va a dar otro paso más, para ser nuevo, para que la gente no se aburra de lo mismo. Uno quiere siempre llegar al escenario y dar una sorpresa.

¿Hija de Yemayá?

Sí. Tengo esa religión, pero no me dedico con fanatismo, yo diría que con amor. Me gusta el respeto y hacer las cosas bien. ¿Proyectos? Ahora estoy interesada en un disco, aún no quiero hablar de eso. Un cantante debe tener uno de vez en cuando para que el público se ponga contento y opine sobre cómo estás cantando. Es interesante e imprescindible. Estamos buscando canciones buenas, letras profundas…

¿ Nuevas o retomadas?

A mí me gustan nuevas, que lleguen a las personas. Ya soy mayorcita, pero sigo luchando.