En el honroso sitial de los inolvidables está Haydee Santamaría Cuadrado. Por la dimensión humana, bondad, dignidad, decoro, sencillez y sensibilidad con las que vivió y entregó su vida, ella es de esas mujeres que en la historia de Cuba ocupan un lugar cimero.
El 28 de julio de 1980 dejó de existir físicamente. Su vida ejemplar como combatiente revolucionaria, guerrillera del llano y la montaña, dirigente política defensora y anfitriona de la cultura latinoamericana y caribeña sintetizan virtudes esenciales para la interpretación de sus actos.
Yeyé fue su sobrenombre. Es de las primeras mujeres que se incorporan al movimiento revolucionario liderado por el joven abogado Fidel Castro Ruz tras el golpe militar devenido en sangrienta tiranía encabezada por Fulgencio Bastista, el 10 de marzo de 1952.
Junto a su compañera de luchas Melba Hernández participó activamente en los preparativos del asalto al Cuartel Moncada, el 26 de julio de 1953, acción organizada y dirigida por Fidel, en la ciudad de Santiago de Cuba.
En aquella gesta tuvo la misión de ocupar, junto a su hermano Abel, el hospital Saturnino Lora con el objetivo de apoyar a los demás combatientes.
Tras los sucesos fue hecha prisionera por el ejército. Para obligarla a hablar, le dijeron que su hermano y novio habían sido torturados y asesinados después del combate. Con impar estoicismo vio las evidencias de tan monstruosos crímenes. No pudieron sacarle ninguna información.
Fue encarcelada en una prisión para mujeres. Más tarde, se incorporó como combatiente en el frente guerrillero de la Sierra Maestra junto a otras destacadas luchadoras como Celia Sánchez y Vilma Espín.
Enero de 1959. Triunfa la Revolución Cubana. Aquella martiana absoluta asume diversas tareas como parte del proyecto social que recién comenzaba.
Ese año funda la Casa de las Américas, institución cultural en la cual depositó todo su amor y donde recibirá a los intelectuales más prominentes de la región y del mundo que han visitado Cuba y han corroborado el papel primordial que la Revolución le concede a la cultura.
Más tarde, integra las filas del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y la presidencia de la Organización Latinoamericana de Solidaridad (OLAS), reunida en La Habana en 1967.
Sobre Haydee Santamaría Cuadrado, el escritor y poeta uruguayo Mario Benedetti dijo: “Haydee Santamaría significa un mundo, una actitud, una sensibilidad y también una Revolución”.
No es solo la Heroína del Moncada. Al decir del poeta, ensayista y presidente de la Casa de las Américas, Roberto Fernández Retamar, “recordar a Haydée es contemplar el paso de un relámpago, escuchar la crepitación de bosques incendiados. Así quedó su imagen en nosotros. No la de estéril serenidad sino la del bullir quemante. Fuego y luz”.