Asalto de amor y esperanza

Las luciérnagas aún alumbran la ciudad; resuenan los ritmos de  alguna conga extraviada y el pueblo de Santiago de Cuba, a la convocatoria de otro aniversario, está en la explanada del otrora cuartel Moncada.

Es un asalto de amor y esperanza; todos van al encuentro de una celebración histórica: si aquella mañana de la Santa Ana de 1953, los jóvenes entraron lo más disimulados posibles, 62 años después llegaron con algarabía, júbilo y la proclamación de un acto para conmemorar la efemérides.

Ante miles de santiagueros, que en representación de todos los cubanos llenaron el polígono de la Ciudad Escolar 26 de Julio, estaban aquellos asaltantes a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes, que llenos de júbilo no temieron dar su vida en aras de un futuro mejor.

Un amanecer para el recuento en verso, en canciones, en discursos. Amanecer de un país que se yergue en el propósito de transformar su modelo político, de hacer mejor la sociedad, de lograr un socialismo próspero y sostenible.

Agencias de noticias dan cuenta de la asistencia de unas 10 mil personas al acto de este 26, muchas de ellas, para no decir todas, han asistido desde hace varios días a un cúmulo de actividades, porque la casualidad también quiso unir el aniversario 500 de la fundación de la villa y el del Día de la Rebeldía Nacional; se sumaron unos 600 amigos y grupos de solidaridad de 34 países, entre ellos integrantes de las brigadas Venceremos, Juan Rius Rivera y Pastores por la Paz.

Como en casi todas las actividades, acompañaban a los moncadistas los expedicionarios del yate Granma, y se sumaron varios Héroes de la República de Cuba, entre ellos los mundialmente conocidos como los Cinco, quienes celebran en suelo cubano después de 16 años de injusto encarcelamiento, e integrantes de brigadas de solidaridad con Cuba que visitan la Isla precisamente para esta celebración.

Canciones y versos, versos y canciones, poemas de amor por un 26, así transcurre el amanecer de este 26, 62 años después de los asaltos a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes.