Toronto.- Los XVII Juegos Deportivos Panamericanos pasarán a la historia, entre varias razones, por la curiosidad de que su pebetero fue ubicado y ardió todo el tiempo fuera del recinto sede de las ceremonias de inauguración y clausura.
Lo ha hecho justamente en una plaza ubicada entre el estadio de béisbol Roger Center, el Acuario de Toronto y la Torre CN de la televisión, un sitio increíblemente concurrido en esta populosa y cosmopolita urbe canadiense.
La bellísima pira, creada en forma de flor, posee 41 pétalos que representan a las naciones que intervienen en la competencia y contienen grabados los emblemas de varias disciplinas convencionales y paralímpicas.
Según explican sus creadores fue construida con 10 tipos de acero proporcionados por el mayor productor de láminas planas de Canadá, la empresa Hamilton Arcelor Mittal Dofasco, y su diseño refleja la naturaleza única y el orgullo de la ciudad y el país anfitrión.
«La llama es un símbolo del legado de los Juegos Panamericanos y simboliza el espíritu de los atletas, que se unen tanto en la competencia como en la amistad», dice un mensaje oficial de los organizadores.
La pira panamericana fenecerá el domingo 26 de julio, pero el 7 de agosto surgirá la parapanamericana en el mismo sitio.