Los Calderos: una bella comunidad serrana

Los Calderos: una bella comunidad serrana

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Comunidad serrana Los Calderos. Fotos de Rodny Alcolea

El Consejo Popular de Los Calderos está situado en un lugar totalmente montañoso y en él se encuentran las dos elevaciones más altas de la provincia: Alto de Buena Vista y Pico El Gato.
Según indagaciones sobre el porqué de este nombre, la versión que parece prevalecer es que el asentamiento está ubicado entre unas lomas que lo rodean y le hacen semejar la forma de un caldero: utensilio que en el campo se utiliza mucho para tostar los granos de café o para cocinar el fricasé de cerdo en algún jolgorio, donde no faltará el trago de aguardiente y el baile al compás del changüí y el nengón, ritmos autóctonos del lomerío guantanamero.
Es una zona donde el régimen de precipitaciones está entre los más elevados de Cuba, aunque en los últimos tiempos la cruda sequía se hace sentir en el poco caudal de los ríos. Los Calderos limita al Norte con el municipio de Baracoa, al Este con los Consejos Populares de Vega del Jobo y Cajobabo, Veguitas del Sur y al Sur con el Consejo Popular de Jesús Lores y al Oeste con Yacabo Arriba.
Por su territorio pasa el estratégico vial conocido por La Mulatica que enlaza esta región con otros municipios de la provincia.
Las actividades económicas más importantes se concentran en las reservas de madera preciosa y dura; la producción de café, en la que se cumple con el programa de reordenamiento cafetalero y se obtiene uno de los granos de mayor calidad del país.
También es fundamental en los cultivos varios, sobre todo en viandas como el ñame y la malanga.Los Calderos fue de las primeras comunidades serranas de la provincia en obtener la categoría de Referencia, en el programa del Plan Turquino, condición que se alcanza tras mantener sostenidos resultados en indicadores productivos y sociales.

Presidente del Consejo PopularAlarico Cabrera Castro
Presidente del Consejo Popular Alarico Cabrera Castro

Sobre tales resultados conversó  Alarico Cabrera Castro, presidente del Consejo Popular y uno de los principales gestores de las transformaciones ocurridas en Los Calderos.
“En el plano social se logró revitalizar los principales centros y entidades que brindan servicios a la población como son los consultorios de la zona de El Ñame y de Los Calderos” dice Alarico.
“Para dar respuesta a la racionalización del sector educacional, con el cierre de escuelas de hasta cinco alumnos de matrícula se concluyó en el pasado año el concentrado de primaria Máximo Gómez Báez, en la Emplanada, y se le dio mantenimiento al Ruber López, ubicado en la propia comunidad de Los Calderos. Ambos centros permiten que los niños y niñas de la región no tengan que caminar extensos tramos para recibir la docencia. Se construyó, además, la escuela primaria José Tey en la localidad del Cuero, declaró.
“Fueron reparadas la totalidad de las escuelas y se terminó la de Los Ñames, garantizando en tiempo los productos de la canasta básica y los liberados. Otros de los principales logros son la no ocurrencia de delitos en la zona y la labor que se realiza para evitar las indisciplinas sociales.
Para preservar la salud de los pobladores con un mejor tratamiento al agua se construyó una caseta para la clorificación del preciado líquido y se repararon la minihidroeléctrica, así como la farmacia, la panadería, la sala de televisión, el parque social y la cafetería”, concluye diciendo Alarico.
Sin duda para quien visite el lomerío de Imías y se llegue hasta Los Calderos podrá apreciar una bella y ordenada comunidad serrana, que se distingue por su limpieza y la solidaridad de sus habitantes.

 

 

Consultorio Los Calderos
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Un comentario en Los Calderos: una bella comunidad serrana

  1. !Que maravilla!
    Yo estuve allí en 1992, cuando apenas había un campamento para los movilizados que recogían café y unas pocas casas de madera; hablé con varios pobladores y seguí viaje, por una carretera abierta solo por buldóceres hasta la cima de la montaña donde estaban talando árboles y bajándolos en una suerte de pericias que hacían los choferes de aquellos inmensos camiones. En la loma nos sorprendió la lluvia y bajar por aquellos caminos fue una odisea; de hecho, pensé todo el tiempo que no vería más a mi padre porque no podría llegar con vida a la llanura.
    Fue una suerte de experiencia aquella y me alegro muchísimo de ver cuánto se ha hecho en aquellas comunidades, que para mí y algunos de sus pobladores les fueron poniendo nombres al azar de las cosas que más había por allì: calderos, ñames, piedras, etc. Me gustaría saber cuantos habitantes tiene ese consejo popular en la actualidad.
    Éxitos y mis mejores deseos deque sigan prosperando.

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