El impacto de la innovación tecnológica en el aumento de la calidad y la sostenibilidad en la prestación de los servicios del sector eléctrico, en Las Tunas, fue reconocido en la plenaria del fórum organizada por la Empresa Provincial de ese sector.
En el evento fueron presentadas 54 ponencias que reflejan el arduo quehacer de los colectivos laborales en la búsqueda de soluciones a los problemas que enfrentan estas prestaciones en el territorio en el afán de aumentar la eficiencia y lograr su elevación continua.
Durante la jornada sesionaron cinco comisiones, las cuales otorgaron igual cantidad de premios relevantes, a los trabajos de mayor influencia en el desempeño.
Acapararon los lauros Adaptación de respiradero de silicagel a transformador de 750 KVA, del autor Julio García Mena; Cofre de cerramientos con presillas de presión, de Suilberto Carralero Peña; y, Analizador de gastos telefónicos, de Karel Carmenate Rodríguez.
También merecieron similar reconocimiento, Efecto de la tecnología tercera dimensión en las inversiones civiles de la Empresa Eléctrica Las Tunas, de Alfonso Martínez López y Marbelis Reyes Ortega; y, Soluciones para la recuperación de equipos de transporte, de Manuel Ramírez Santiesteban.
Martha Rojas Guillén, especialista en Ciencia y Tecnología en la entidad, explicó que esos trabajos fueron seleccionados entre los 76 valorados en los eventos de base, que fueron organizados en 19 unidades empresariales de base y en cuatro direcciones funcionales.
Destacó que los mismos tributaron, fundamentalmente, a los programas de recuperación y fabricación de piezas de repuesto; eficiencia energética; informática y comunicaciones; y, el sistema de gestión del capital humano y la organización del trabajo.
Detalló que la gestión tuvo como objetivo esencial dar respuestas a las problemáticas que enfrenta la entidad, de acuerdo con diagnósticos que nutren el banco de problemas de la organización empresarial.
Dijo que tenían 105 prioridades, de las cuales 74 fueron atendidas, las que representan el 70,1 por ciento del total, y que están validadas por su implementación práctica y sus resultados en el apoyo a actividades económicas y sociales vitales del territorio como la zafra azucarera y el bombeo de agua, tanto a la población como a polos de producción de alimentos.