Misissauga, Toronto.- Rafael Alba despidió la noche del miércoles a lo grande, pues su corona individual en la división de +80 kg dejó a Cuba en la cúspide del fortísimo evento de taekwondo de los XVII Juegos Deportivos Panamericanos, disputado en esta localidad canadiense.
Luego de avanzar por el organigrama con la soltura que le da su tremenda calidad, venciendo al estadounidense Philip Yun (15-3) y al mexicano Misael López (8-5), al santiaguero le llegó la hora de la verdad frente al venezolano Carlos Rivas, un rival sin gran palmarés pero que le había brindado oposición en dos pleitos anteriores.
La obtención de ventaja no se hizo esperar por parte del caribeño, quien a los 35 segundos pegó una fuerte patada al rostro de su oponente, y además de puntear en la pizarra trajo a los médicos al colchón, para atender un sangramiento nasal del morocho.
El segundo período resultó muy poco activo de ambos lados, pero en el tercero se calentaron las acciones y hasta revisión de video hubo, en una acción en la cual Alba consiguió pegar a la cabeza mientras su oponente quedaba a milímetros de hacerlo, lo cual habría complicado un veredicto que cerró en definitiva 11-4.
«Fue un evento fuerte, muy bien organizado, en el cual se presentaron los mejores competidores del área. Afortunadamente pude lograr el triunfo que tanto esperaba», declaró el monarca mundial del 2013 luego del eufórico festejo con su entrenador, los compañeros de equipo y otros miembros de la delegación presentes en el Centro Deportivo de Mississauga.
«Normalmente soy un competidor que emplea mucho los pateos arriba, son la base fundamental de mis victorias», añadió al comentar la estrategia empleada durante la justa.
«Uno puede decir que ha logrado la madurez cuando asiste a muchas competencias, pero desafortunadamente nosotros no tenemos esa oportunidad, así que esperemos que lleguen mejores tiempos», afirmó luego el santiaguero.
«La edad no define nada, solo el empeño y el esfuerzo que uno le ponga, todo lo que pueda sacrificarse en pos de lograr el objetivo», apostilló más tarde al responder afirmativamente sobre sus deseos de llevarse una medalla olímpica de Río de Janeiro 2016.
«Festejé muy fuerte por el gran sacrificio que me costó llegar hasta aquí, porque en Cuba tengo muy buenos compañeros de equipo que imponen mucho sacrificio, esfuerzo, y s grande la rivalidad», sentenció este talentoso exponente del llamado deporte de las patadas voladoras.
La suya fue la quinta medalla de la delegación nacional en la competencia, repartidas en tres de oro y dos de bronce. Con ese botín Cuba compartió la cima de la lid con Estados Unidos y relegó a la fuerte escuadra de México al tercer escaño, pues en esta ocasión los aztecas capturaron siete preseas (2-4-1), pero solo dos de oro.
Para Cuba los títulos de Yania Aguirre, José Cobas y Alba elevaron a 16 la cifra histórica, sólo superada mínimamente por México (17).
Ferrán: deseo contra dolor
La matancera Lisbeilys Ferrán (+73 kg) no pudo llegar al podio la noche de este miércoles, pero dejó a los presentes en la sala una muestra de valentía y decisión de luchar hasta el último segundo, aunque una inoportuna lesión le impidiera desempeñarse a plenitud.
En su combate por bronce, frente a la colombiana Jessica Bravo, la cubana se lastimó su rodilla derecha en el segundo período y necesitó asistencia médica más de una vez. Sin embargo, jamás desistió en su deseo de llegar al podio y ello le hizo merecer el aplauso del respetable público.
Al final la victoria se le hizo esquiva por 3-9 y ello la dejó insatisfecha: «Yo me sentía bien, pero producto de la lesión no pude dar el máximo. Quería en verdad obtener el bronce para mí país», expresó antes de considerar que la ovación recibida «reconoció el trabajo que hacen los cubanos porque a pesar de las dificultades nos sabemos crecer».
Luego añadió respecto a la molestia: «No sé que tipo de lesión tengo en la rodilla, se me doblaba y no podía apoyar el pie, así que debía tenerlo constantemente en el aire».
Luego, sobre el nivel de la competencia, aseguró que «el nivel ha sido alto, los contrarios se prepararon fuerte, salieron a discutir su medalla y a defender al país, porque todos queremos ser campeones panamericanos».
Ferrán inició la competencia con victoria sobre Danesse Joseph (12-0), de Islas Vírgenes Británicas, pero luego cedió 11-7 ante la estadounidense Jackie Galloway, campeona panamericana del pasado año y reina aquí tras vencer en memorable final a la mexicana María Espinosa, campeona olímpica de Beijing 2008 y bronce en Londres 2012.
La otra medallista de bronce de la división fue la brasileña Raphaela Galacho, quien venció cerradamente (1-0) a la canadiense Nathalie Iliesco.
Acerca del autor
Licenciado en Periodismo de la Universidad de La Habana (UH). Especialista en los deportes de boxeo, voleibol, lucha, pesas y otros. Cubrió los XV Juegos Panamericanos de Río-2007, los XXX Juegos Olímpicos de Londres 2012, la final de la Liga Mundial de Voleibol 2011 y otros eventos internacionales celebrados en Cuba. Profesor de Teoría en la Comunicación de la UH y la Universidad Agraria de La Habana. Imparte cursos de esta y otras materias en diversas instituciones del país como el Instituto Internacional de Periodismo José Martí. Ha obtenido premios y menciones en el Concurso Nacional de Periodismo Deportivo José González Barros.