Por Eyleen Ríos, enviada especial de JIT
York, Toronto.- La estrella de Caterine Ibargüen brilló hoy en el primer día de un atletismo que Cuba vivió sin medallas y varios pases a las finales de mañana, cuando comenzarán a crecer las opciones en este estadio acompañado del sol más allá de las ocho y 30 de la noche.
Rose Mary Almanza dejó claras sus intenciones para el reparto de premios en los 800 metros de este miércoles al dominar ahora la segunda semifinal con tiempo de 2:04.88 minutos, que responde a la estrategia trazada.
«No quise gastarme, solo era clasificar porque mañana es la que importa», dijo con parquedad en la Zona Mixta, antes de aclarar que es de “poco hablar”.
Sin embargo eso no fue impedimenta para que también reconociera que necesitó “apretar” en los últimos metros por la presión de la local Melissa Bishop (2:04.51) y la estadounidense Phoebe Wright (2:04.88).
«Reaccioné porque aunque es clasificación no quería que me ganaran», explicó la campeona centroamericana de Veracruz y dueña de la segunda mejor marca del año desde el 1:57.70 de París a principios de este mes.
Almanza lamentó que su compañera Sahily Diago hubiera quedado fuera de la final por una de las peores carreras de su vida, terminada en octavo lugar y con 2:13.72 como crono.
La subtitular mundial juvenil del 2014 arrancó bien, hizo su trabajo dentro del pelotón en la primera vuelta e incluso llegó a ponerse en la tercera posición cuando habían pasado los 500 metros, pero ahí llegó el desastre y todas le adelantaron.
La reina del triple salto, la colombiana Caterine Ibargüen, mantuvo su corona con 15,08 metros que no fueron récord por el viento a favor y sumó otro lauro a su prodigiosa carrera como preámbulo de lo que tiene guardado para el Campeonato Mundial de Beijing en agosto.
La isla tuvo en ese evento a Dainelys Alcántara y Liadagmis Povea, quedadas sin premios como quinta y sexta con 14,04 y 13,97 metros, por ese orden.
En los 100 con vallas Belkis Milanés registró 13.45 segundos, que fueron lo mejor de su temporada, pero demasiados discretos para acceder a la final, que en definitiva fue ganada con récord para los juegos de 12.52 por la estadounidense Queen Harrison.
Tampoco fue bueno el accionar en el martillo de damas, donde se extrañó a la multicampeona Yipsi Moreno, y el liderazgo lo asumió la venezolana Rosa Rodríguez que no llegaba con el mejor de los registros y se convirtió con 71,61 metros en la primera campeona de su país en esta especialidad.
Amber Campbell, de Estados Unidos, y Heather Steacy, de Canadá, le siguieron en el podio con 71,22 y 69,51 metros, respectivamente.
Las cubanas Yirisleydi Ford (65,73) y Ariannis Vichy (65,60) terminaron quinta y sexta, muy por debajo de lo que pueden hacer.
Los tres mil con obstáculos entre hombres fueron emocionantes, en especial para los anfitriones que aseguraron el uno-dos en los metros finales gracias al tropiezo casi infantil del estadounidense Cory Leslie (8:36.83), conformado luego con el bronce.
Claro, que incluso sin haber perdido el paso no le era posible alcanzar a Matt Hughes (8:32.18), quien venía con el mejor tiempo entre los presentados. El beneficiado fue Alexandre Genest (8:33.83) que aprovechó para vestirse de plata.
Mañana además de la final de los 800 para mujeres, Cuba pondrá atención al comienzo del decatlón, los 800 y el martillo masculinos y los posibles avances desde las semifinales en los 100 metros de uno y otro sexo.
Por el momento Canadá lleva el mando de la clasificación con cinco coronas, tres platas y dos bronces, por solo un oro de Estados Unidos con cuatro segundos lugares y cinco terceros.