Toronto.- No fue hasta las dos últimas jornadas de competencia que el tiro cubano pudo sacudirse de la mala racha que llevaba y redondear un resultado positivo en los XVII Juegos Deportivos Panamericanos, evento disputado en instalaciones de la campestre localidad canadiense de Innisfil.
Aunque uno y otro especialista citaba en aproximadamente tres la cantidad de oros encargada a los tiradores, la experiencia y calidad de nuestra selección nacional permitía soñar con mucho más, y ello se encargó de confirmarlo las sesiones de competencia que este reportero siguió día tras día “al pie del cañón”.
En definitiva fueron los fusileros Eglys Cruz y Reynier Estopiñán los únicos bañados de oro en el Centro Panamericano de Tiro, al adueñarse por completo de la especialidad de rifle tres posiciones a 50 metros, dejando incluso récords panamericanos establecidos, absolutos en el caso de la espirituana (clasificación y final) y solo para la disputa de medallas en la justa del capitalino.
Esas alegrías del pasado fin de semana sirvieron para superar en términos cualitativos lo hecho hace cuatro años en Guadalajara, cuando la única campeona cubana fue Dianelys Pérez, reina en la misma especialidad que ahora dominó Eglys y en la que ella fue relegada al lugar 12, algo “sin comentarios” como me expresara personalmente.
Sin embargo, entre los propios Eglys y Estopiñán, más los pistoleros Leuris Pupo y Laina Pérez quedaba calidad y experiencia para otras celebraciones, pero imprecisiones más o menos considerables de nuestro lado y el altísimo nivel reinante en la contienda lo impidieron.
Y esa es una salvedad que este comentario no puede eludir: el certamen de tiro panamericano ya no es un asunto casi exclusivo de estadounidenses, canadienses, argentinos y cubanos, como lo fue durante décadas. Ahora salen competidores excepcionales de otros países, nótese solamente que Estados Unidos dominó el medallero (4-6-3) con Brasil pisando los talones en cuanto a oros se refiere (3), y que Perú y Guatemala figuraron también en la lista de campeones.
De cualquier modo Eglys pudo haber triunfado en el fúsil neumático, lástima esa octava ronda de la final en que bajaron un tanto sus calificaciones. Laina todavía no se explica cómo sucedió el fatídico 8,3 en el disparo que la metía en el podio de la pistola aire a 10 metros, y tampoco comprende el porqué de su discreta intervención en la pistola deportiva, su modalidad más fuerte históricamente.
El campeón olímpico de la pistola tiro rápido, Leuris Pupo, faltó a la fiesta del oro porque su efectividad se alejó de lo habitual y lo necesario en lides de este tipo. En una temporada positiva como la que va teniendo el holguinero había razones para ser optimistas, pero un par de series “desviadas” nos bajaron los ánimos.
Estopiñán también esperaba mejor suerte en una de sus pruebas predilectas, el rifle tendido a 50 metros, pero la “pólvora le salió mojada” y ni siquiera llegó a la final. Hace 12 años, en Santo Domingo 2003, el entonces joven e inexperto tirador consiguió una plata que ha sido irrepetible en las tres ediciones siguientes de los Juegos.
Un reconocimiento especial merece el veterano Juan Miguel Rodríguez, quien además de sumar su cuarta medalla en el skeet (1-1-2) se anotó en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016.
“Logramos más títulos que en Guadalajara, pero el evento ha dejado la sensación de que podíamos conseguir algunos más. Se escaparon medallas que estaban a la mano y eso nos deja un poco insatisfechos”, señaló el presidente de la Federación Cubana de Tiro, Rafael Guerra, quien en otro momento celebró la proyección actual de varias figuras jóvenes, y explicó que en lo adelante la mira estará en la preparación hacia la cita bajo los cinco aros.
Especial para JIT