Los 48 integrantes de la brigada médica del Contingente Internacional Henry Reeve, que durante dos meses atendieron a los damnificados por los terremotos que sacudieron a Nepal, el pasado 25 de abril, regresaron a Cuba con la satisfacción del deber cumplido y la disposición de desempeñarse en cualquier otra misión dentro o fuera de la patria, donde sea necesario.
A la escalerilla del avión que los transportó hasta La Habana acudió el doctor Roberto Morales Ojeda, ministro de Salud Pública, para darles la bienvenida y transmitirles el agradecimiento en nombre de la dirección del Partido, el Gobierno, del organismo que dirige y del pueblo, que durante ese tiempo siguió con atención el quehacer de los colaboradores cubanos.
La brigada, que fue cálidamente recibida en Nepal, creó condiciones mínimas en las instalaciones médicas de campaña que llevaron desde Cuba, y durante estos dos meses atendieron a 19 mil 936 personas, realizaron 639 cirugías, 2 mil 932 estudios diagnósticos, 40 mil 908 procederes de enfermería y rehabilitaron a 4 mil 250 pacientes.
Todo ello demuestra el intenso trabajo realizado en el combate por la vida de los nepalíes, quienes tuvieron en esa ayuda el aliento y la solidaridad que transmitieron los profesionales cubanos.
Esta es la brigada número 41 del contingente Henry Reeve, que enfrentando los riesgos y dificultades han llevado su trabajo abnegado y altruista a más de 20 países, como verdaderos defensores de la salud y de la vida. Estos fueron seleccionados entre todos sus integrantes, proceden de 12 provincias y cerca del 90 % ya tenía experiencia internacionalista.
El jardinero nos regaló dos caramelos
“Durante nuestra estancia en Nepal recibimos muchas muestras de cariño, de humildad. El día antes de venir, el jardinero del lugar donde estábamos alojados nos dio dos caramelos a cada uno; ese era su testimonio de gratitud. Ayer, antes de salir, en el hospital, todos los que trabajaron con nosotros nos entregaron flores, nos acompañaron al aeropuerto, en fin…”, expresó el doctor Luis Oliveros Serrano, jefe de la brigada, a su llegada a La Habana.
Al hablar a nombre de sus colegas durante el acto de recibimiento, expresó: “Siento un profundo agradecimiento a la dirección del país, al pueblo y al ministerio por habernos dado la oportunidad de cumplir esta misión. Hicimos lo posible por no defraudarlos.
“Nos sentimos orgullosos de ser cubanos; lo que parecía poco probable es que en Nepal encontráramos un Comité de Solidaridad con Cuba, muy activo, que hizo mucho por la liberación de nuestros Cinco Héroes, que nos apoyó de manera incondicional; junto con ellos hicimos cinco campos de salud donde había más de 2 mil personas, nos atendieron, nos acompañaron, nos despidieron de manera sincera y eso se lo debemos a la Revolución y a Fidel.
“Mucha gente, como pasó en Pakistán, no sabía dónde estaba Cuba, sin embargo sí saben quién es Fidel, que somos de esta tierra, y que defendemos por encima de cualquier riesgo la dignidad de la Patria.
“Sentimos mucha satisfacción al vernos reflejados en el discurso de clausura de la Asamblea Nacional, que hizo el General de Ejército Raúl Castro, cuando habló de la labor que estábamos desempeñando y que pronto regresaríamos”.
El doctor Oliveros Serrano, también transmitió la admiración por los integrantes de las brigadas que combatieron el Ébola, cuyos integrantes al igual que ellos, cumplieron su misión con mucha precaución y seriedad; eso pone a la Salud Pública cubana en el altar de la Salud Pública del el mundo”.
Y afirmó: “Nepal quedó destruido; la parte que atesora su mayor riqueza quedó en ruinas; en los inicios las réplicas del terremoto fueron duras, incómodas; nosotros no temblamos y aquí estamos. No fuimos los primeros en llegar pero sí los últimos en irnos; esta misión que la dedicamos a Fidel, fue posible por la unidad, la cohesión, de laboriosidad de todos sus miembros. Todos contribuyeron, todos hicieron su trabajo.
“Salimos y regresamos 48; y ratificamos nuestra disposición para cumplir cualquier nueva misión dentro o fuera del país, donde haya que ir, estaremos dispuestos siempre a dar un paso al frente. Nos sentimos privilegiados porque Cuba cuenta con un caudal inmenso de gente con talento, preparación, actitud y compromiso para hacer lo que nosotros hicimos; que nos tocara a nosotros ya es un privilegio”.
Portadores de principios éticos y profesionales
En el recibimiento, Néstor Marimón Torres, director de Relaciones Internacionales del Ministerio de Salud Pública, catalogó a estos cooperantes como valerosos y aguerridos combatientes por la salud de los pueblos del mundo.
Dijo que ante la crisis declarada por el gobierno de Nepal, después del terremoto del 25 de abril —considerado como el más grave sufrido desde 1932— y la pérdida de miles de vidas y heridos, una vez más Cuba respondió de manera inmediata y desinteresada para ayudar a este hermano pueblo, y sus hijos lo hicieron guiados por el más alto espíritu de solidaridad y humanismo.
La brigada llevó un hospital de campaña con unidades quirúrgicas, de cuidados intensivos, medios de diagnóstico, de rehabilitación, medicamentos, insumos y alimentación para asistir a los damnificados asegurando independencia y logística para brindar los servicios necesarios.
“Fueron portadores de principios éticos y profesionales probados y demostrados desde aquella primera brigada que fue a Chile en mayo de 1960 por un terremoto ocurrido en ese país, como lo han hecho otras a lo largo de estos 55 años de Revolución y colaboración médica”.
El directivo del Minsap refirió que hasta el 2005, 38 brigadas habían asistido a la población de unos 30 países; posteriormente, el 19 de septiembre de ese año, después del paso del huracán Katrina, que afectó el sur de Estados Unidos, Fidel (Castro Ruz) constituyó el Contingente Internacional, que significó un paso superior en la estructuración, organización y preparación de los recursos humanos, garantizando una organización sin precedentes en el mundo.
“Muchos son los esfuerzos y experiencias que seguramente han vivido y quedarán por siempre en sus mentes, pero sobre todo la satisfacción del deber cumplido. Nuestro propio General de Ejército Raúl Castro Ruz, en la Asamblea Nacional anunciaba su regreso y destacaba el valor del espíritu solidario atendiendo a las víctimas ocasionadas por el terremoto en las montañas de Nepal. Allí quedó la huella en cada atendido, en cada familia”.
Marimón Torres afirmó que “No hay ninguna otra fuerza médica especializada en desastres de ningún organismo internacional o país del mundo de la magnitud, la calidad y el prestigio de la Henry Reeve, porque tiene hombres y mujeres consagrados y comprometidos con su pueblo y su Revolución”.