Por Ernesto Montero Acuña
Con la reapertura del Centro de Documentación e Información Alba Álvarez Augier, la Fundación Nicolás Guillén celebró el aniversario 113 del Poeta Nacional en un encuentro de personalidades del arte y la cultura, a quienes se entregó carnés de colaboradores, en la sala que lleva el nombre del poeta Rubén Martínez Villena, en la Unión de Escritores y Artistas de Cuba.
Durante los días del 10 al 16 también se recordó en numerosos países el fallecimiento del autor de Motivos de son, ocurrido el 16 de julio de 1989 en La Habana, a los 87 años del nacimiento en la ciudad de Camagüey, el 10 de julio de 1902, a menos de dos meses de la proclamación formal de la independencia de Cuba, bajo la Enmienda Platt.
La página web Entorno Inteligente (www.entornointeligente.com) recordó, por su parte, la efeméride bajo el título: “Poeta Nicolás Guillén y escritor Marcel Proust son recordados hoy”, una relación que los sitúa en preferencia sobre Carl Orff , Juan Calvino, Salvador Dalí e, incluso, por encima del fallecimiento de Rodrigo (Ruy) Díaz de Vivar, El Cid Campeador, reconocido así desde que venció en duelo al alférez del reino de Navarra.
Cuba tuvo su actividad conmemorativa más importante en el encuentro celebrado por la Fundación NG, en la cual varias decenas de colaboradores, entre los 107 con que cuenta, recibieron sus carnés acreditativos, a la vez que se explicó las características y contenidos a los cuales se puede acceder en el Centro de Información y Documentación que lleva el nombre de Alba Álvarez, nieta del biógrafo del poeta y ensayista Ángel Augier.
El poblado espirituano de Fomento celebró, por su parte, la tradicional actividad denominada Un poema en cada casa, iniciativa cultural que promueve la lectura de reconocidos vates cubanos entre los habitantes de la localidad, que en esta ocasión divulgó la obra de Alex Pausides, nacido en Pilón, provincia Granma, en 1950.
Recordación muy significativa fue el concierto de la Orquesta Sinfónica de Camagüey en su sede de la calle Finlay, entre la comercial República y la cercana López Recio, un espectáculo que estuvo dedicado al natalicio de Guillén, en memoria de quien también se proyectaron filmes en los cines.
Estos sitios estuvieron muy relacionados con la actividad periodística del poeta en sus años mozos, cuando fue corrector y redactor de la sección Pisto Manchego en El Camagüeyano, donde laboró entre el 20 de marzo de 1924 y diciembre de 1926, cuando decidió partir hacia la capital del país, un acto que luego calificó como decisivo para su obra.
Coincidente con la efeméride, la Escuela Pedagógica que lleva su nombre en Camagüey graduó a 530 jóvenes de la provincia, la mayor promoción del país entre las de su tipo, por segundo año consecutivo, en una ceremonia que se dedicó al aniversario 113 del natalicio del poeta.
También la filial de la Fundación Nicolás Guillén en la provincia de Ciego de Ávila, con sede en la norteña ciudad de Morón y presidida por Larry Morales, celebró la fecha con la participación de estudiantes, trabajadores y el pueblo en general en los diferentes proyectos que allí se impulsan acerca del intelectual y revolucionario.
Sobre la vida y la obra del poeta y periodista se promueven allí cursos, conferencias y otras actividades para profundizar en las visitas efectuadas por Guillén a la actual provincia avileña, a cuya isla de Turiguanó está dedicado el poema homónimo en su libro El Son entero, de 1947.
Localidades como Las Tunas e instituciones cubanas recordaron también el natalicio del poeta, ocasión en que el Centro de Estudios Nicolás Guillén, radicado en su casa natal en Camagüey, recibió un retrato en cerámica del poeta, obra de la artista plástica argentina Diana Irago, quien viajó expresamente para ello a la ciudad cubana.
La autora es graduada de la Facultad de Arquitectura, Diseño y urbanismo de la Universidad de Buenos Aires; y reveló que visita a Cuba por primera vez para profundizar en la obra de Guillén, cuyas dimensión, carácter y vida trató de expresar mediante la referida cerámica.
En lo internacional, el periódico mexicano El Siglo de Torreón recordó el fallecimiento de Guillén, hecho del cual se cumplieron 26 años, “no sólo por su trabajo poético sino por su marcado activismo político, vinculado a la demanda de justicia social y la reivindicación de la cultura negra dentro de los procesos de mestizaje y transculturación”, como destaca en un extenso artículo.
Añade que “el Poeta Nacional de la Cuba revolucionaria participó en el movimiento afrocubano de los años 20, del siglo pasado, gracias a la influencia ideológica que se le inculcó en casa, en especial por parte de su padre, un senador y periodista liberal”.
Basado en fuentes cubanas refleja, entre numerosos aspectos biográficos, que Guillén, luego de su tránsito por la Universidad de La Habana, retornó a su ciudad natal, fundó la revista Lis, fue redactor de El Camagüeyano y, a los 27 años, se trasladó a la capital, donde colaboró en El Diario de la Marina y publicó los poemas de su primer libro, Motivos de son, “cuyos versos se convertirían en el punto de partida para la poesía nacionalista en Cuba”, según apunta.
Los poemas de este libro, entre cuyos ocho textos iniciales sustituyó el titulado Ayer me dijeron negro por Hay que tené voluntá, se publicaron inicialmente el 20 de abril de 1930 y sobre ellos dijo el poeta que había “tratado de incorporar a la literatura cubana […] lo que pudiera llamarse poema-son”.
Sobre esto puede agregarse que fue su punto de partida hacia una obra inédita más allá de Cuba, cuya resonancia se refleja hoy. No es exagerado reconocer que, como Ruiz de Vivar y Marcel Proust, fijó así la primacía que se le reconoce.