Cubanía en primer plano

La destacada intelectual Graciela Pogolotti conversó sobre las diferencias entre cultura y recreación con los participantes en la comisión de trabajo dedicada a analizar estos asuntos, durante las sesiones de este sábado del X Congreso de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC).

En su opinión no se puede identificar a la cultura como recreación, y a su vez ninguna de las dos son formas de consumo. “La idea del consumo implica un receptor pasivo por lo tanto manipulable”, dijo.

La cultura es algo que está presente en todas las instancias de la vida social, es una vía mediante la cual se construyen modelos. La batalla ideológica se está dando mediante un mensaje verbal explícito, a través de modelos de vida cotidiana con tendencias evasivas e ilusorias, porque en ninguna parte están al alcance de todo el mundo, explicó.

Creo que hay un problema conceptual — agregó— pues la cultura atraviesa toda la sociedad y no tiene que ver con la música o los gustos artísticos, sino con los modelos de vida, los paradigmas y valores.

En otro momento de su intervención comentó que en la medida que tengamos una formación más rica y amplia nos recrearemos de muchísimas otras maneras, que no son solamente las que se ofrecen en lugares públicos y privados. “Separar el tiempo de recreación y el del trabajo, estudio y del resto de las actividades, implica fragmentar al ser humano”, señaló.

“La educación, lo medios masivos de comunicación y todo lo que está presente en nuestra cotidianidad tienen que contribuir a desarrollar un espíritu crítico, y se relaciona con la identidad de lo que somos como personas y como pueblo”, resaltó.

Además opinó que en un congreso no se resuelven los problemas, es un punto de partida, y más adelante recalcó que después del amplio número de criterios recogidos es el momento de que la organización política de la juventud los analice y valore, para traducirlos en un programa práctico de transformación; de conjunto con otras instituciones del país, que crean modelos y formas de conducta en el país (turismo, educación, medios de comunicación).

Se refirió también a la necesidad de buscar un consumo propio y a las diferencias de gustos, conflictos e intereses entre las distintas generaciones de jóvenes, por el amplio marco etario que abarca.

Por su parte, los delegados debatieron sobre los altos precios de algunas ofertas recreativas y los horarios, no siempre adecuados en correspondencia con el público al que van dirigidas.

Al respecto Jefferson Pelegrín, del municipio Consolación del Sur, de Pinar del Río, señaló que la solución es potenciar en las comunidades los proyectos culturales y deportivos. “Debemos aprovechar y apoyar todas las iniciativas que contribuyan a fomentar el gusto por la cultura cubana, sin confundir lo popular con lo vulgar”.

Sobre este particular la capitalina Lisandra Montero, explicó que aunque existen en los municipios comisiones de recreación falta promoción en los espacios que se crean y,  por ende,  participación. “En mi municipio Plaza de la Revolución nos pusimos de acuerdo con la Asociación Hermanos Saíz (AHS) para acercarnos a sus ofertas y los resultados han sido favorables, vemos cómo las personas agradecen cualquier propuesta artística que llevamos a sus barrios”.

Otro tema muy debatido por los jóvenes fue el llamado paquete semanal. Coincidieron en que la solución no era prohibirlo, sino buscar propuestas más atractivas, que visibilicen nuestra idiosincrasia; y mejorar la programación de la televisión cubana, pues muchas veces los productos que exponen son ejemplos de los modos de vida, e ideologías que queremos combatir.

Estuvieron presentes en el intercambio Abel Prieto Jiménez, asesor del Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, Julián González Toledo, Ministro de Cultura, Luis Morlote Rivas, vicepresidente de la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac), entre otras personalidades de la vida social, cultural  y política del país.