Mississauga, Toronto.- Las campeonas de Guadalajara 2011, Katerine Vidiaux (63 kg) y Lisset Hechavarría (75 kg), no pudieron revalidar sus reinados este viernes, y Cuba se marchó sin primeros lugares del torneo de lucha femenina de los XVII Juegos Panamericanos, con sede en el Centro Deportivo de esta localidad canadiense.
La holguinera Vidiaux sometió en el debut a la estadounidense Erin Clodgo (11-7), subcampeona continental en el 2011, y luego con mayor facilidad a la ecuatoriana Dennisse Antes (8-2), quien no acumula resultados de consideración en América.
La final se antojó difícil desde los primeros compases, dada la calidad de la canadiense Stone Braxton, quien a sus 20 años acumula un subcampeonato mundial juvenil, terceros lugares en los Juegos de la Commonwealth (2014) y el panamericano del 2013, así como liderazgos en los torneos de su país en las dos temporadas anteriores.
El pleito final (7-3) no regaló un gran despliegue técnico-táctico, pues todos los puntos marcados cayeron tras acciones de pase atrás, la mayoría como respuesta a fallidos ataques.
Vidiaux tuvo algunas oportunidades de concretar acciones técnicas de mayor valor, pero le faltó cierre y los jueces no pudieron otorgarle las puntuaciones que necesitaba para mantenerse como la reina del continente.
«Canadá tiene mucho nivel en la lucha femenina, así que no es de sorprender que alguna muchacha aparezca y pueda gana la competencia. Este deporte es muy dinámico, de constante movimiento, y a ella le salieron mejor las cosas», comentó la nuestra apenas bajada del colchón.
«A pesar de la lesión tuve muy buena preparación, simplemente me tocó perder con esta muchacha, ella lo hizo mejor. De todas formas las canadienses saben que ya no tienen la ventaja de antes, ahora son combates reñidos porque todas nos estamos preparando más», expresó Vidiaux con énfasis en distanciarse de justificaciones innecesarias.
Sobre el futuro inmediato refirió como prioridad el campeonato mundial de septiembre próximo, en el cual espera obtener un resultado positivo.
Hechavarría, por su parte, se deshizo sin contratiempos de la colombiana Andrea Olaya (7-0), pero después no pudo con la anfitriona Justina Distasio (4-4), medallista de bronce en los torneos panamericanos del 2014 y el 2015.
En la batalla por el tercer escaño, Hechavarría debió exigirse ante la venezolana Wanipe Weffer (2-1) para consolidar su tercera presea consecutiva en estas lides, pues en Río de Janeiro 2007 había culminado con bronce en los 72 kg. La campeona aquí fue la estadounidense Adeline Gray, victimaria de Distasio por 7-6.
Finalmente, Yudaris Sánchez (69 kg) no pasó del quinto puesto, como recompensa a dos descalabros sin derrota: en el primer turno cedió 0-6 ante la canadiense Dori Yeats (a la postre ganadora), y más tarde por bronce frente a la argentina Luz Vázquez.
El jueves, en la fecha inaugural del torneo femenino, Yusneilys Guzmán (48 kg) acabó quinta; Yamilka del Valle (53 kg) pescó un bronce y Yakelyn Stornell (58 kg) la plata.
En términos numéricos ha sido esta la mejor cosecha de la isla en tres incursiones —Río-2007 (0-0-1) y Guadalajara (2-0-0)—, lo cual evidencia los innegables avances de la disciplina, mas la ausencia de oro es un lunar que pesa demasiado, sobre todo en los días tensos que vive nuestra delegación.
Acerca del autor
Licenciado en Periodismo de la Universidad de La Habana (UH). Especialista en los deportes de boxeo, voleibol, lucha, pesas y otros. Cubrió los XV Juegos Panamericanos de Río-2007, los XXX Juegos Olímpicos de Londres 2012, la final de la Liga Mundial de Voleibol 2011 y otros eventos internacionales celebrados en Cuba. Profesor de Teoría en la Comunicación de la UH y la Universidad Agraria de La Habana. Imparte cursos de esta y otras materias en diversas instituciones del país como el Instituto Internacional de Periodismo José Martí. Ha obtenido premios y menciones en el Concurso Nacional de Periodismo Deportivo José González Barros.