Toronto.- Hay resultados deportivos a lo que no se debe faltar; instantes, imágenes, sonidos que un cronista desea grabar en su mente por la trascendencia que tendrán para toda la vida. Quizás la ambición o el orgullo de decir «yo estaba allí» nos mueve demasiado las piernas y el alma, a tal punto que cuando uno no está llega a deprimirse.
Marina Rodríguez Mitján se convirtió el lunes último en la primera pesista cubana capaz de subirse al podio en unos juegos panamericanos, al finalizar segunda en la disputa de la división de los 63 kg.
Desafortunadamente, no había en el distante Centro Deportivo de Oshawa ningún periodista cubano, a causa de las serias dificultades de transporte que afronta la organización de Toronto 2015.
Entonces, la búsqueda de sus primeras impresiones consumió buena parte de nuestros esfuerzos este martes, y solo fue posible conseguirlas gracias a las bondades de las redes sociales…
«Yo venía por el cuarto o quinto lugar, así que imagínese la alegría que tengo con esa medalla de plata. Era algo impensado para mí», dijo inicialmente la capitalina.
Luego reconoció estar contenta por un mensaje enviado por su papá, en el cual la felicitó por su gran actuación. Sobre eso acotó entre sonrisas que «cuando llegue a casa es que va a haber fiesta de verdad».
En cuanto a los retos inmediatos aseguró que tomará un descanso de 10 días y luego volverá a los entrenamientos, para continuar la preparación con vistas al Campeonato Mundial de Houston, a celebrarse en el mes de noviembre.
Desde el punto de vista físico la forzuda reconoció que debe seguir fortaleciendo la espalda y trabajar mejor con los codos; pero también aceptó decir que el arranque se le hace todavía un poco difícil, a diferencia del envión que es un movimiento más cómodo para ella.
«Me siento muy orgullosa por ser la primera cubana medallista en un evento de pesas de este tipo. Nunca pensé que podía alcanzarlo, pero la competencia fluyó y se dio el resultado», concluyó seguramente emocionada.