Misissauga, Toronto.- En otra jornada que prometía más y regaló menos, la artemiseña Idalys Ortiz (+78 kg) retuvo su corona de hace cuatro años y despidió al judo cubano en la segunda plaza del torneo correspondiente a los XVII Juegos Deportivos Panamericanos, celebrado en esta localidad canadiense.
La campeona olímpica y mundial avanzó sin contratiempos hasta la pelea decisiva, pasando por encima de la costarricense Kenia Rodríguez y la estadounidense Nina Cutro Kelly, en ambos casos por ippon.
El pleito por el oro la colocó delante de una vieja conocida, la mexicana Vanessa Zambotti, quien le opuso resistencia durante los cuatro minutos de acción y no fue posible realizar acciones técnicas de envergadura.
La definición por ventaja de shido evidenció la dificultad del combate, pero también la maestría de Ortiz para manejar las acciones y llevarse la corona que tanto esperaban sus compañeros, muy activos y felices desde las gradas.
«No siempre es posible ganar por puntos, lo importante es el resultado final. Le dije a mis compañeras que confiaran en mí porque ya estoy adaptada a decidir en eventos internacionales. El judo tiene un nivel muy alto en América y cada vez costará más trabajo quedar en la cima del medallero», expresó sonriente y reflexiva la multicampeona.
La azteca, por su parte, reconoció que su rival es una de las mejores judocas del mundo y por tanto es un honor enfrentarla. «He luchado hasta el último minuto en esta mi despedida de los juegos panamericanos. Estoy feliz por esta medalla de plata», sentenció.
Sólo Idalys pudo avanzar este martes hasta las finales, pues Yalennis Castillo (78 kg), José Armenteros (100 kg) y Alex García (+100 kg) cedieron en semifinales y luego aseguraron preseas bronceadas.
Castillo, subcampeona olímpica de Beijing 2008, se impuso en el debut a la chilena Yacquelin Usnayo (wazari), pero más tarde cedió por shido ante la campeona mundial y bronce olímpica Mayra Aguiar, de Brasil. Por el bronce la holguinera sometió por ippon a la ecuatoriana Diana Chala.
Armenteros vivió una experiencia similar: comenzó sin dificultades ante el uruguayo Manuel Bueno (ippon), pero luego cayó inesperadamente ante el canadiense Marc Deschenes, un hombre sin gran historial en lides continentales y mundiales. Ese duelo acabó tras un agarre indebido del cubano que le descalificó automáticamente, pese al desacuerdo mostrado por el profesor Justo Noda.
Para el subcampeón universal del pasado año no fue difícil llevarse la presea bronceada, ante el venezolano Antony Peña (ippon), pero de cualquier forma quedó por debajo de las expectativas que le merodeaban.
García siguió también una ruta parecida, aunque no gozaba de favoritismo alguno para subirse a lo más alto del podio. Inició con triunfo sobre el mexicano José Cuevas (wazari), más tarde cayó por ippon ante el ecuatoriano Freddy Figueroa, pero aseguró el tercer lugar con ippon sobre el hondureño Ramón Pileta.
En definitiva los campeones de esos pesos fueron la estadounidense Kayla Harrison (78 kg) y los brasileños Luciano Correa (100 kg) y David Moura (+100 kg).
El equipo femenino cubano (2-1-4) le ganó la pulseada nuevamente a Brasil, para mantener un liderazgo ininterrumpido desde 1991. Fue ese el momento propicio para que Ronaldo Veitía anunciara que estos fueron sus últimos Juegos Panamericanos, pues tras los Olímpicos de Río de Janeiro 2016 se acogerá al retiro.
Globalmente si fueron los verdeamarillos los líderes del certamen, con botín de cinco oros, dos platas y seis bronces. Cuba logró colar en el podio a sus 14 contendientes, pero la calidad de su terna no fue la misma (3-3-8).
A ciencia cierta, el evento deja el sabor de que era posible capturar al menos dos coronas más, que buena falta le hacían a nuestra delegación.