Como si quisieran sacudirse de una vez y por todas de la baja ofensiva que sufrieron la víspera frente a Estados Unidos, la selección cubana se soltó a batear hoy frente a Puerto Rico y no se detuvo hasta la victoria 8-1, segunda en la ronda clasificatoria de los Juegos Panamericanos.
El mentor Roger Machado no movió la alineación a pesar del revés y esta vez las cosas sí salieron como esperaba, liderado por Urmaris Guerra, de 4-2, con tres remolcadas y un jonrón decisivo en el séptimo, que hizo rendir a los boricuas casi de manera anticipada.
La labor del abridor Yosvani Torres —complicado en más de una entrada— cumplió siete inning a ritmo de una carrera, dos ponches y dos inusuales pelotazos. El relevista Yunier Cano se encargó de los últimos seis out con tres abanicados.
Más allá del triunfo, lo más estimulante fue ver la reacción positiva de una selección que 24 horas antes había solo conectado un imparable ante el pitcheo estadounidense. No obstante, la exigencia mayor llegará este martes cuando enfrenten a los anfitriones y monarcas defensores en lo que pudiera significar su clasificación a la ronda semifinal.
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