“La política cultural de la Revolución Cubana es una sola”, aseguró este lunes el Primer Vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros Miguel Díaz-Canel Bermúdez en los debates de la Comisión de Educación, Cultura, Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente de la Asamblea Nacional del Poder Popular (Parlamento).
Los parlamentarios discutieron sobre la aplicación de la política cultural en los espacios públicos, un tema que propició un intenso debate en el que además participaron el Asesor del Presidente cubano, Abel Prieto; el ministro de Cultura Julián González y otros funcionarios del Instituto Cubano de Radio y Televisión y el Ministerio del Comercio Interior.
El tema es cuestión de esencias —advirtió Díaz-Canel—, en una época en que los contenidos, su distribución e impacto tienen una gran importancia en el terreno político.
Lo simbólico es vital en estos tiempos, dijo el dirigente; los adversarios del proceso cubano pretenden utilizar la cultura como plataforma de restauración capitalista. Por eso insisten en la banalización, en la vulgarización de la cultura.
La política cultural de la Revolución cubana es garantía de la soberanía nacional. El Ministerio de Cultura es el ente rector de su aplicación, pero en su articulación deben participar todas las instancias gubernamentales —insistió el vicepresidente.
En el nuevo escenario, con el restablecimiento de las relaciones diplomáticas con los Estados Unidos, Cuba debe aprovechar las oportunidades económicas que esa circunstancia ofrece, pero debe asumir también el desafío ideológico.
En ese sentido, el rol de la cultura es incuestionable.
Algunos de los diputados expresaron inquietudes sobre la manera en que ciertos espacios públicos —cafeterías, centros turísticos, transporte de pasajeros, e incluso escuelas— distorsionan la política cultural cubana.
En los debates quedó claro que la aplicación de esa política trasciende el ámbito institucional, pues hasta la familia debe participar en ella.
“No se trata de imponer una cultura —consideró Abel Prieto—, sino de promoverla, de orientar el gusto”.