El Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INRH) valora de conjunto con el Ministerio de Ciencia y Tecnología (Citma) la posibilidad de repetir la lluvia provocada, anunció en La Habana la ingeniera Inés María Chapman, presidenta del primer organismo, al referirse a la situación de sequía por la que atraviesa Cuba, ante diputados de la comisión permanente de Industria, Construcciones y Energía del Parlamento.
Desde hace varios meses, los expertos y análisis valorativos del Estado Mayor de la Defensa Civil han reiterado que el país sufre de sequías hidrológica, debido a la escasez cada vez mayor de precipitaciones, e hidráulica, porque también hay correspondencia entre demanda y disponibilidad de agua.
La decisión que dio a entender se valora con mucha factibilidad, tuvo similares objetivos en el 2005, cuando por la insuficiencia de agua durante año y medio, diversas zonas, principalmente del territorio oriental, experimentaron los efectos negativos más severos en 74 años, lo cual provocó pérdidas millonarias y afectaciones a miles de personas.
En aquel momento se reanudaron los ensayos para provocar lluvia artificial, un proyecto científico que había quedado interrumpido en 1991, consistente en “bombardear” desde un avión y con cartuchos de yoduro de plata, conglomerados de las nubes denominadas cúmulos, a fin de obtener cantidades adicionales de precipitaciones en áreas extensas”, según publicó en aquel entonces el periódico Granma.
Más cercano en el tiempo, la prensa ha seguido haciéndose eco de esa experiencia, en la cual la mayor de las Antillas es uno de los pocos países con impactos altamente confiables.
La presidenta del INRH expresó que junto con la prueba mencionada está hecho el estudio para, de ser necesario, utilizar plantas desalinizadoras que son muy costosas, y extraer agua de los pozos profundos. Esta última investigación data del 2005 en Holguín, Las Tunas y Camagüey y sería romper el sello de las rocas calizas entre 200 y 300 metros de profundidad, para alcanzar el preciado líquido, argumentó
Calificó de muy serio lo que ocurre en cuanto a la falta de lluvia, casi a mediados de julio, segundo mes del período pluvioso, pero que no se ha comportado como tal al igual que junio.
Puntualizó que hay zonas donde la sequía está afectando más, entre ellas, la parte norte de Santiago de Cuba, en Holguín, Las Tunas, Camagüey, en La Habana, en Pinar del Río. “En Ciego de Ávila los pozos se han deprimido como nunca antes; y la presa Zaza, en Sancti Spíritus, se encuentra al 19 % de su capacidad”, subrayó ante los diputados y reflexionó que aunque hablar del tema se iba fuera del programa concebido, siempre estaba preparada para responder las dudas de los diputados y mucho más en un tema tan sensible como este.
De la cuenca del río Cauto, con un territorio de 9 mil 540 kilómetros cuadrados y que alberga una población superior al millón 100 mil personas, se aprovechan cuatro territorios y si aquella está deprimida por la carencia de lluvias es lógico que haya afectaciones en Santiago de Cuba, Holguín, Granma y Las Tunas, enfatizó.
La situación no es pareja, aunque para todas las provincias hay indicaciones de la Defensa Civil y el INRH para gestionar adecuadamente los recursos hídricos y enfrentar la sequía, tal cual ocurrió en la que se produjo entre los años 2003 y 2005, y de la que derivaron obras emergentes que actualmente garantizan que la situación no sea peor, señaló.
Ejemplificó con la puesta en marcha de la primera fase del trasvase Este-oeste, de lo contrario los tres embalses que tributan a la ciudad de Holguín estuviesen secos como hace una década.
Las medidas para aliviar y mitigar los efectos de la escasez de agua no son solo para la población, que tiene la prioridad en el abasto del líquido, sino también para el desarrollo de las actividades económicas y sociales, resaltó la funcionaria, quien significó la importancia que da el gobierno a la situación, mientras en otras partes del planeta donde también las personas sufren por la sequía, carecen de soluciones estatales porque el sector de los recursos hídricos está privatizado.
Alertó que las consecuencias de la escasez o nula lluvia no es solo la sequía o que las personas carecen del servicio por acueducto, sino también para las propias redes y estaciones de bombeo, porque esos equipos no están diseñados para estar tanto tiempo paralizados y en las redes se pueden provocar los golpes de ariete cuando se dispone de agua.
Chapman aprovechó para aportar algunos datos relacionados con el proceso inversionista que se materializa con vistas a eliminar salideros en redes, conductoras y en el interior de viviendas y centros del sector administrativo, con pérdidas calculadas hasta hace poco en un 58 % y que por ese programa, anunció, ha decrecido en un ocho por ciento.
Es la base para asegurar que en el 2020 se prevé recuperar 500 millones de metros cúbicos de los más de mil millones que hoy se derrochan por aquellas causas. Y para ilustrar la prioridad que da el gobierno tanto a las obras nuevas como al tan importante mantenimiento, precisó que este año para construcción y montaje están destinados 125 millones de pesos y 158 millones a sostener lo que existe. Y en ese camino se va a continuar, subrayó.
Chapman dijo que el plan 2016 que está en su primera versión da preeminencia a las obras de continuación y otras importantes, y eso hay que explicarlo a la población, porque hay planteamientos de los electores que tienen que ver con inversiones grandes y si no hay dinero hay que decirlo.
A propósito del tema, el Comandante de la Revolución Ramiro Valdés Menéndez comentó que tenemos dos guerras, una para paliar la escasez de agua y otra contra su derroche.
Asimismo reflexionó que el plan no es una varita mágica, que las posibilidades financieras son limitadas y ello obliga a tener prioridades, a usar bien los recursos donde se disponen, a trabajar con calidad, con control, a explotar bien los recursos hídricos. El plan es limitado pero que no quepan dudas de que se avanza, remarcó.
Muchas de las cosas que hablamos aquí, expresó, se originan en los territorios, en los consejos populares, de ahí la importancia de que antes que todo, esas instancias primarias de los órganos locales del poder popular desempeñen su papel. Se refirió además al apoyo que tienen que dar los organismos y organizaciones de masas para resolver problemas y no esperar solo por lo que pueda aprobarse en el nivel central.
Reiteró que no hace falta dinero para evitar problemas, porque las indisciplinas sociales son constantes tanto en la creación de focos contaminantes como en las pérdidas de agua dentro de las viviendas porque no cambian los herrajes, que han sido bajados de precio. Existe un programa de ahorro que prioriza su producción y disponibilidad tanto por la industria estatal como la local, ejemplificó.