Las acciones previstas para impulsar el uso de la generación de electricidad mediante fuentes energéticas renovables en Cuba hasta el año 2030 ocuparon la atención de los diputados a la Asamblea Nacional del Poder Popular durante los debates de la comisión de industria, energía y construcción de ese órgano legislativo.
Alfredo López Valdés, titular del Ministerio de Energía y Minas (Minem) esbozó la actual situación energética de la Isla caracterizada por una alta dependencia de combustibles fósiles, de ahí la necesidad de amplificar el montaje de parques eólicos fundamentalmente en las regiones nororiental y central del país.
A tal efecto se refirió a un programa a mediano plazo para la construcción de siete nuevas instalaciones con inversión extranjera
directa que se evalúan actualmente y de otras seis mediante otras vías de financiamiento.
Al ahondar sobre el tema, Rosell Guerra Campaña, director de Energía Renovable del Minem, señaló que cada parque requiere de una infraestructura que permita trasladar la electricidad al Sistema Eléctrico Nacional desde sitios apartados y se pueda emplear en cualquier parte del país.
En Cuba existen cuatro parques eólicos experimentales situados en el municipio de Gibara, provincia de Holguín, Ciego de Ávila y el municipio especial de Isla de la Juventud, con una potencia total de 12 Megawatt (MW).
El funcionario agregó que también se estudian otros proyectos para el aprovechamiento de la energía solar fotovoltaica, que actualmente aporta 22 MW de potencia, generada en una docena de instalaciones distribuidas en diferentes puntos del país.
Durante esta sesión de trabajo en el capitalino Palacio de Convenciones, los parlamentarios recibieron información acerca de la política del Minen para que la generación de electricidad con fuentes renovables de energía aumente de un 4 % que hoy ocupa con respecto a la que se produce en el país y llegar hasta un 24 % en el 2030.
Tal propósito incluye incrementar otras potencialidades como el empleo de la bioeléctrica con el aprovechamiento del bagazo de caña en los centrales azucareros, los sistemas fotovoltaicos, pequeñas centrales hidroeléctricas, biomasa forestal con desechos sólidos urbanos y residuos orgánicos industriales y de la agricultura, la cual se encuentra en fase de estudio.
López Valdés significó la presencia de la industria nacional en coordinación con la Unión Eléctrica y destacó la contribución que
brindan centros universitarios como el Instituto Superior Politécnico José Antonio Echeverría, a cargo de la especialidad eólica; la Universidad de La Habana en la esfera fotovoltaica; la Universidad Central de Las Villas, en la rama azucarera y la Universidad de Oriente prioriza lo relacionado con la energía solar.
En esta jornada correspondiente al V período de sesiones la octava legislatura del parlamento cubano, el diputado Antonio Maciá, de Camagüey, expresó su preocupación por el escaso aprovechamiento del marabú a pesar de su alto valor calórico en sustitución de la madera.
Por su parte Jorge Acosta, de Santiago de Cuba, consideró que se pueden acometer estudios para utilizar la energía geotérmica, como una fuente alternativa en el futuro.
La necesidad de continuar eliminando zonas de bajo voltaje fue el tema planteado por Mario Doimeadiós, de Holguín, mientras Rafael López Acosta, por La Habana, abogó por la conveniencia de incorporar paneles solares en edificios altos, a fin de disminuir el consumo energético.
