Toronto.- El famoso Circo de Sol tendrá a su cargo, por primera vez en su riquísima historia de 31 años, la responsabilidad de presentar el espectáculo inaugural de una fiesta multideportiva: los XVII Juegos Panamericanos que comienzan oficialmente este viernes en el fastuoso Roger Centre.
Jean Guibert y Yasmine Khalil, director creativo y productora ejecutiva del espectáculo que se prepara con esmero y en bastante secreto, afrontaron este jueves a los medios de comunicación presentes en la sala de conferencias del Centro Principal de Prensa. Regocijo y tensión se mezclaban en sus rostros sin duda alguna.
«Hemos hecho eventos especiales a lo largo de nuestra historia, unos mil incluidos dos Superbowl, pero será la primera ceremonia inaugural de unos juegos multideportivos. Sabemos que las expectativas son altas y responderemos a ellas. Siempre tenemos oportunidad de realizar presentaciones increíbles, pero esta vez sentimos que había que hacerlo. Desde la primera reunión con el Comité Organizador de Toronto 2015 nos sentimos cautivados y empezamos a trabajar», expresó Khalil con una voz fresca y juvenil.
«Esta vez hemos empleado recursos y años de trabajo similares a lo que hacemos para preparar un espectáculo que luego se mantiene disponible durante 20 años. Estamos en nuestro pueblo y es una oportunidad irrepetible para contar una linda historia. Lo más importante es entretener con nuestra manera de narrar», añadió la experimentada profesional de la compañía.
Guibert, por su parte, aseguró que el show será constante, consistente, una historia clara con comienzo y final, que girará alrededor de un personaje principal durante las dos horas y media de duración.
Según sus medidas palabras disfrutaremos una mezcla de deportes y modas, un show surrealista y contemporáneo, una amalgama entre deporte, acrobacia y danza. «Nos pusimos el desafío de inventar algo contemporáneo», aseguró el artista.
«Dialogamos con mucha gente de Toronto, personas pertenecientes a comunidades aborígenes, anglosajonas, francesas y otras. Lanzaremos un mensaje sobre la diversidad y el multiculturalismo propios de Canadá. El deseo es realizar un evento universal que hable a todos. Eso nos excita mucho cuando estamos a solo un día del espectáculo», reconoció Guibert.
En cuanto al encendido del pebetero los protagonistas fueron aún más parcos: «la noción de fuego será central dentro del espectáculo y el encendido de la caldera se integrará a la historia que narraremos», dijo Guibert luego de recordar que el boceto se dibujo por primera vez sobre una servilleta.
La lista de detalles sueltos adelantada por los creadores incluye muchísimos aspectos. Por ejemplo: 45 mil expectadores verán la ceremonia en el Roger Centre y varios cientos de millones por la TV, en transmisiones originadas en español, inglés, francés y lenguaje de señas. Para los habitantes de la ciudad que no posean entradas y tampoco quieran quedar en casa, los organizadores están convocando a disfrutarlo en pantallas gigantes ubicadas en una céntrica plaza.