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Por un desarrollo medioambiental justo y equitativo

Foto: José R. Rodríguez Robleda
Foto: José R. Rodríguez Robleda

 

Un llamado a fomentar el desarrollo medioambiental justo y equitativo, sobre la base de la solidaridad y la sostenibilidad, realizó este martes Elba Rosa Pérez Montoya, titular de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (CITMA) al intervenir en el Panel Temático Especial de Ministros y altas autoridades de Medio Ambiente.

En el encuentro —como parte de la X Convención Internacional sobre Medio Ambiente y Desarrollo, inaugurado la víspera— la ministra del CITMA comentó el enorme reto de los países en cuanto a detener el calentamiento global y la contaminación, enfrentar la carencia de agua, la pérdida de la biodiversidad, los patrones insostenibles de consumo, el deterioro de la calidad de la vida humana y la decadencia social.

Nada de esto podrá lograrse si no se asegura una verdadera equidad entre los países y a lo interno de ellos. Equidad entendida —agregó— como el derecho de todos a mejorar las condiciones de vida, sin pobreza, sin hambre, sin explotación indiscriminada de los recursos naturales por las transnacionales, a tener un trabajo digno.

Subrayó para que para finales del presente siglo se pronostican cambios importantes en el clima cubano, en cuanto a temperatura y precipitaciones. En ese contexto, comentó, el Gobierno cubano ha incentivado la creación de capacidades científicas y la realización de investigaciones dirigidas al conocimiento de los impactos del cambio climático para los años 2050 y 2100.

En otro momento de su intervención, la ministra precisó que Cuba ha ganado experiencia en la realización de estudios de Peligro, Vulnerabilidad y Riesgos de Desastres, la cual ha compartido con otras naciones subdesarrolladas, en especial en la región del Caribe, mediante la colaboración bilateral y otras acciones con el apoyo de países desarrollados y organizaciones internacionales.

En el panel también participaron Pierre Dominic, ministro de Medio Ambiente de Haití; Rafael Ansejo, ministro presidente del Tribunal Ambiental de Santiago de Chile; Tommy Nambahu, viceministro de Medio Ambiente y Turismo de Namibia, entre otros.

En sus breves palabras, el representante de Haití señaló que en la actualidad todos los indicadores medioambientales “parecen haber traspasado el umbral de la alerta”, desde los índices de deforestación, la erosión de las tierras cultivables, la destrucción de las cuencas hidrográficas y costeras.

De ahí que los deterioros son tan graves que amenazan la vida de las grandes poblaciones.

En tal sentido, y a pesar de las dificultades financieras, precisó que su Gobierno trabaja en la restauración del medio ambiente,  el logro del ordenamiento territorial y de las bases para una sociedad viable y sostenible.

Explicó que Haití sufrió pérdidas de 700 millones de dólares en el sector agrícola, por lo cual el Gobierno ha tenido que “curar las heridas ecológicas”, cuando hubiera podido invertir en otros sectores como educación y salud pública.

El directivo elogió la colaboración brindada por Cuba en materia medioambiental y abogó por mantenerla en los próximos años.

Por su parte, Rafael Ansejo aseveró que Chile entre los años 2010-2012 hizo una reestructuración de sus estructuras ambientales, lo cual propició la creación de la Superintendencia del Medio Ambiente, organismo inédito hasta esos momentos, una “institución fuerte” que responde por la fiscalización, el control, y exige el cumplimiento de la legislación ambiental.

Interesante puntos de vista expuso el viceministro de Namibia, el país “más seco de África”, con dos desiertos y escasos ríos, y cuya Constitución recoge la conservación y el cuidado del medio ambiente.

Luego de resaltar algunas de sus características geográficas, subrayó que la nación es rica en biodiversidad y que durante siglos su población ha vivido en plena armonía con la naturaleza.

No obstante, hoy el crecimiento demográfico pone en peligro tal biodiversidad, al tener que hacer frente a conflictos cotidianos entre los seres humanos y los animales, cuyos espacios se han visto invadidos.

El viceministro destacó la trascendencia de la educación ambiental en aras de mantener la armonía entre el hombre y la naturaleza, aun cuando a nivel global existen otras amenazas como la despiadada explotación de los recursos materiales, la contaminación, la desertificación y las consecuencias del cambio climático.

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