Nuestra selección nacional de béisbol ya se encuentra en Estados Unidos para celebrar esta semana el tradicional tope contra la selección universitaria de esa nación, mucho más exigente que el sostenido hace unos días frente a Nicaragua, pactado a cinco desafíos y que terminó con igual cantidad de victorias, pero varias interrogantes a la dirección que encabeza Roger Machado.
Más allá de que la calidad de los visitantes haya sido inferior en sentido general, este tipo de enfrentamiento siempre se agradece a partir del modelaje competitivo que permite hacer con cada uno de los jugadores. Asimismo, la posibilidad de ensayar alineaciones en las que no primó la velocidad, sino el engranaje táctico para producir carreras fue visible ahora frente a los pinoleros.
Dentro de los exámenes a mejorar está el bateo con corredores en posición anotada. De 114 hombres, solo 28 fueron impulsados, es decir, uno de cada cuatro, lo cual pudiera costar más de una derrota en Toronto; en tanto resultó sorprendente el desajuste ofensivo de jugadores claves como Roel Santos y Alexander Malleta; mientras los invitados William Saavedra y Yurisbel Gracial rindieron como para valorar su inclusión a última hora en el equipo a los Juegos Panamericanos, algo bien difícil —pero no imposible—, por los trámites de acreditación que llevaría.
Con la incorporación de cuatro peloteros insertados en ligas profesionales: Héctor Mendoza, Frederich Cepeda, Yordan Manduley e Ismel Jiménez, la formación nacional adquiere mayor fortaleza para el enfrentamiento con Estados Unidos. Solo Alfredo Despaigne no estaría con ellos, pues tiene previsto su viaje directo a Toronto desde Japón.
Este es el equipo Cuba más discreto de la última década —por su staff de pitcheo, bateo de largo alcance y líderes indiscutibles, entre otras razones—, pero es, al mismo tiempo, el mejor que podamos armar hoy a partir de la situación real del desangramiento de peloteros estelares que hemos sufrido estos años.
Los ocho encuentros que restan en la preparación serán vitales en pos de perfilar un conjunto capaz de pelear en la cita continental contra Canadá, campeón defensor y lleno de profesionales de las ligas independientes; y frente a Estados Unidos, otra formación con peloteros de doble y triple A, sin duda los rivales más enconados.
Topes provechosos serán siempre los que no solo representen triunfos en las pizarras, sino también éxitos de táctica, estrategias y disciplina. Y Roger Machado bien lo sabe.
Juegos en Estados Unidos:
1 julio: Cuba vs. Selección Universitaria de EE.UU.
2 julio: Cuba vs. Selección Universitaria de EE.UU.
3 julio: Cuba vs. Selección Universitaria de EE.UU.
4 julio: Cuba vs. Selección Universitaria de EE.UU.
Torneo de las Américas
6 julio: Cuba vs. Selección Universitaria de EE.UU.
7 julio: Cuba vs. Equipo de EE.UU. a los Juegos Panamericanos
8 julio: Cuba vs. Equipo de Canadá a los juegos Panamericanos