Los fármacos de origen natural y animal son, en nuestros días, los que más popularidad alcanzan dentro del mercado de medicamentos. El Surfacen, obtenido a partir de pulmones de cerdos, es un ejemplo de ello.
Su uso comenzó hace dos décadas en recién nacidos con síndrome de dificultad respiratoria o enfermedad de membrana hialina, afección que aparece con frecuencia en los bebés prematuros, y es causa importante de mortalidad en el mundo.
El doctor Valentín Rodríguez Moya, intensivista pediátrico y jefe del proyecto contra esta enfermedad a nivel nacional, explicó a Trabajadores los avances de la referida terapia en el país.
“El Surfacen es una opción terapéutica disponible en todas las salas de cuidados intensivos para tratamiento de niños y adultos con diversos trastornos respiratorios. Habitualmente se administra de manera simultánea con la ventilación y oxigenación mecánica. Aunque es poco frecuente en Cuba, el síndrome de dificultad respiratoria neonatal (SDR) ocurre en bebés cuyos pulmones no se han desarrollado totalmente”, destacó el galeno.
Los datos publicados en el último Anuario Estadístico de Salud indican que la tasa de mortalidad infantil asociada a esa dolencia es de 0,2 a 0,1 por cada mil nacidos vivos.
Según el especialista, el padecimiento es causado principalmente por la falta de una sustancia resbaladiza y protectora, llamada surfactante o agente tensioactivo, que ayuda a los pulmones a inflarse con aire e impide que los alvéolos colapsen. “Este síndrome también puede ser el resultado de problemas genéticos con el desarrollo pulmonar”, añadió el doctor Rodríguez Moya.
Aunque la enfermedad es más frecuente en bebés y en menores de 18 años, actualmente el país dedica esfuerzos para la mejoría en adultos con afectaciones respiratorias, por lo que se realiza un ensayo clínico, fase cuatro, en 17 hospitales para evaluar la eficacia y seguridad del Surfacen en pacientes con mayoría de edad.
Los primeros resultados del ensayo clínico con el medicamento en más de 100 personas mayores de 18 años se mostraron en el recién concluido VII Congreso Panamericano e Ibérico de Enfermería Intensiva y el VIII Simposio Internacional de Ventilación Mecánica para expertos de las Islas.
“La aplicación del Surfacen disminuyó los requerimientos de ventilación artificial y propició una rápida mejoría del cuadro clínico al elevar los niveles de oxígeno en la sangre”, subrayó el experto.
Desarrollo en uno de los laboratorios de punta
Como parte del programa de medicamentos para la atención materno-infantil, el Centro Nacional de Sanidad Agropecuaria (Censa) se involucró con la obtención del Surfacen desde 1995, época en que comenzó a emplearse con éxito en los servicios de neonatología de todo el país.
En el 2010 estos investigadores realizaron un ensayo clínico para adultos afectados de insuficiencia respiratoria y en el 2014 se culminó una prueba fase cuatro para la edad pediátrica, de ahí que ya se utiliza satisfactoriamente en todos los grupos etarios, destacó la doctora Elaine Díaz Casañas, especialista del centro.
“Este compuesto reúne las propiedades fundamentales de los surfactantes pulmonares disponibles en el mundo, casi privativos de países altamente desarrollados, con resultados semejantes en la disminución de la mortalidad infantil por la enfermedad”, precisó.
El producto se utiliza en Angola y como fruto de los servicios científico-técnicos que brinda el Censa en el exterior, se espera pronto pueda emplearse también en Chile y Perú; en Cuba tiene bastante accesibilidad gracias a los programas conjuntos del Ministerio de Salud Pública con otras instituciones de investigación.
Antes de disponer del Surfacen, el país gastaba más de un millón de dólares anuales para adquirir productos similares en el exterior; ello tiene un apreciable impacto económico al reducir importaciones.
Al respecto la doctora Elaine Díaz resaltó que la integración de entidades de investigación-producción, como son los institutos de Investigaciones Porcinas, el de Ciencia Animal, el propio Censa y el Centro Nacional de Biopreparados (BioCen), permite mantener la máxima calidad del medicamento y la estabilidad en las entregas.
Entre los reconocimientos más significativos del medicamento, dada la originalidad de su tecnología de producción, se encuentran la Medalla de Oro de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (2007), y la de Plata en la 26 Exhibición de Invenciones y Nuevos Productos, celebrada en Ginebra, Suiza, en el 2008; además ostenta el Premio de la Oficina Cubana de la Propiedad Industrial a la Creatividad y la Innovación Tecnológica, en el acápite de signos distintivos.