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El campismo se amplía, pero…

Para suerte de los cubanos que dependen fundamentalmente del salario y no reciben divisas, el Campismo Popular se amplía y aumentan las posibilidades de disfrutar de una sana opción recreativa en moneda nacional.

En casi todos los lugares las capacidades de alojamiento se han incrementado de forma considerable, como resultado del traspaso a esta empresa de instalaciones de descanso que provienen  de diferentes organismos estatales.

Solo en la provincia de Holguín, esta entidad recibió tres nuevos centros, que están ubicados en Playa Blanca, Floro Pérez y Moa, con los cuales se duplicó con creces el número de habitaciones disponibles.

Pero si bien es cierto que la herencia beneficia a los campistas, incide en la calidad de los servicios prestados porque las instalaciones se traspasaron tal y como estaban, sin ser sometidas a reparación o mantenimiento alguno.

Dos horas después de su llegada, los campistas aguardaban impacientes por la entrada. Foto: Manuel Valdés Paz

 

“A nosotros nos entregaron estos inmuebles con todos los activos fijos, es decir con los medios y el personal existente en ese momento”, señaló al respecto Mayra Pérez, directora de Contabilidad y Finanzas de la Empresa Provincial de Campismo.

“La mayor parte de estas instalaciones, abundó, presentan dificultades, debido a la falta de mantenimiento y el tiempo de explotación, y necesitan ser reparados, en lo cual ya estamos trabajando de acuerdo con las posibilidades materiales y financieras”.

Así sucede en el complejo de Playa Blanca, que comprende la antigua villa Armando Mestre, del Ministerio de la Construcción, e Hidroazul, de Recursos Hidráulicos, donde la brigada de Emprestur de Guardalavaca reparó un bloque habitacional y labora en la piscina.

Sin embargo subsisten insatisfacciones como comprobamos en una de las rotaciones, cuando a casi a tres horas de la entrada numerosos campistas aguardaban impacientes por las habitaciones, que permanecían sin limpiar por la llegada tardía del personal debido a la falta de transporte, según la empleada Katiuska Calzadilla.

“La verdad es que esto hay que mejorarlo, no reúne las condiciones requeridas, la mayoría de los equipos no funcionan y los muebles y colchones están deteriorados”, indicó Teresa Ventura.

Otro campista, José Alberto Rodríguez manifestó su preocupación, pues el equipo de música que llevó se le quemó, a causa de un aumento de voltaje, y ahora no tiene a quién reclamarle”.

No podemos olvidar que el campismo dejó de ser una opción popular de poco costo y se convirtió en una empresa más del Ministerio de Turismo, cuyas prestaciones deben de estar a la altura de esa realidad y la elevación de los precios.

Cómo se explica entonces que el valor de la habitación, ya no tan bajo, se le adicione al llegar al lugar un pago adicional de 15 pesos diarios por el aire acondicionado y seis por el refrigerador, ventilador y televisor, en dependencia  si hay y funcionan.

Tampoco resulta comprensible que se haya establecido por la Dirección del Grupo Empresarial no situar en las habitaciones sábanas, toallas y jabón, todos los cuales debe llevarlos el cliente, como en los tiempos iníciales del campismo de naturaleza.

Sin lugar a duda que junto a la ampliación de capacidades y los cambios estructurales, el Campismo Popular enfrenta nuevos retos que van desde la reparación general de cada centro hasta la creación de condiciones apropiadas y preparación del personal de servicio.

En el complejo de playa Blanca se trabaja en la terminación de la piscina y se reparó un bloque habitacional. Foto: Manuel Valdés Paz

 

Las literas o camas sin vestir no ofrecen una buena imagen. Foto: Manuel Valdés Paz
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