La provincia de Sancti Spíritus logró los resultados más integrales del año en las labores de la silvicultura y fomento de los bosques, así como en la esfera económica, por lo que será la sede de las actividades centrales por el Día del Trabajador Forestal, que se celebra el próximo 21 de junio.
La geografía de la central provincia espirituana está compuesta por extensas llanuras y cordilleras, lo que hace factible el cultivo de bosques en las áreas que no se explotan para la producción de alimentos.
De esta suerte, el territorio tiene el 19,3 % de su superficie cubierta de bosques, muy lejos del índice nacional que ya ronda el 29 %, pero trabaja intensamente en el fomento y conservación de los que existen actualmente, así como en la obtención de plántulas para las plantaciones de nuevas áreas y la reposición en los ya establecidos.
El incremento y manejo sostenible de la superficie ocupada por bosques o arbustos, dependerá del cumplimiento de los programas de reforestación y la supervivencia de las plantaciones.
Los programas forestales incluyen el fomento de nuevos bosques, el mantenimiento a plantaciones, construcción de trochas cortafuegos, tratamientos silviculturales y la prioridad de insumos a las especies de rápido crecimiento que aporten altos volúmenes de madera.
Los bosques representan más del 30 % de la superficie terrestre y contienen el 80 % de la biodiversidad, pero se pierden anualmente 13 millones de hectáreas por causas provocadas por el hombre: sobreexplotación y tala ilegal, conversión a tierras agrícolas y ganaderas, recolección insostenible de madera, creación de asentamientos humanos, explotaciones mineras y petrolíferas o la construcción de embalses y carreteras, entre otras.
Otras provincias destacadas
Las provincias de Pinar del Río y La Habana resultaron destacadas en la emulación que se desata cada año para obtener la sede del Día del Trabajador Forestal. En ellas también se realizarán actividades de reconocimiento a los más integrales y a quienes mantienen una trayectoria integral por 20 y 25 años consecutivos.
Aprovechar y restablecer el bosque es la máxima de los forestales de Pinar del Río, la provincia de mayor índice de boscosidad del país, donde están las mejores perspectivas para las inversiones en el campo y en las industrias.
Las zonas más intrincadas tienen plantaciones que no se explotan desde hace 50 o más años, superviven por la selección natural de las especies, y llegar hasta ellas es bien difícil dadas la escasez de combustible y de equipos y medios para hacer caminos en el monte. Hay madera desperdiciada y esas áreas que, bien manejadas, pudieran haber duplicado o triplicado su valor.
En la capital sobresalen los programas vinculados a las comunidades, a la reforestación de las cuencas hidrográficas y el mantenimiento de los bosques que están establecidos y son el pulmón de la ciudad.