El importe de los productos agropecuarios en la red minorista de mercados no debe incrementarse como resultado de la aplicación de los nuevos precios de acopio, que en su mayoría rigen desde el primero de junio. La premisa, contenida en las normas regulatorias, es esencial para la población cubana, dado el encarecimiento que han tenido los diferentes renglones del agro en los últimos años.
Los nuevos precios, que se aplican junto a la estandarización de la venta sin subsidio de los insumos, equipos e implementos agrícolas, tienen el objetivo de estimular la producción de alimentos y la sustitución de importaciones (hasta lograr cosechar los mayores volúmenes en el país), y su implementación garantiza el 30 % de utilidades a los productores.
El licenciado Alexis Rodríguez Pérez, director de Contabilidad y Precios, del Ministerio de la Agricultura, precisó que con esta política el valor de los insumos para la mayoría de las producciones agrícolas disminuye entre el 30 y el 60 % respecto a los que tenían hasta ahora, y mencionó entre estos a los fertilizantes, plaguicidas, herbicidas y combustible, en los cuales se concentra cerca del 90 % del costo de cualquiera de ellos.
Especificó que aunque se eleva el precio de los productos agropecuarios, algunos se siguen vendiendo a la población a precios subsidiados, como por ejemplo es el de la leche vacuna, que pasa de 2,40 pesos el litro a 4,50 y hasta cinco pesos por el cumplimiento de los parámetros de calidad, y se expende en las bodegas a 25 centavos. Es lo que se denomina subsidio por diferencia de precio, indicó.
También especificó que el pago por el acarreo de la leche se mantiene como hasta ahora, pues esa actividad no entra en ninguna de las nuevas regulaciones, y se fija en 10 centavos el servicio de enfriar este alimento en los centros de acopio.
El directivo aclaró que el precio por sí solo no resuelve todos los problemas; hay elementos organizativos, de control, de la aplicación de tecnologías, y también de inversiones que se ejecutan en los diferentes programas, que deben contribuir a aumentar las producciones.
Como la leche, el café fue el otro renglón por el cual se reclamaba mejores precios, dadas las difíciles condiciones en que laboran los caficultores, esencialmente en las zonas de montaña, lo cual ha llevado además, a la migración hacia centros urbanos. Según explicó Alexis, el actual monto que se aplica al café es estimulante en todas sus especificaciones, y dentro de los que están fijados se incluyen subsidios por plagas y enfermedades y el reordenamiento cafetalero que antes se pagaban por separado. Hoy lo que se necesita es producir con la mayor calidad posible para sustituir las importaciones.
Otro de los ejemplos citados por el director de Contabilidad y Precios, del Ministerio de la Agricultura, es el cacao, al cual se le estimulan las calidades en correspondencia con sus destinos, sobre todo el de exportación, por ser un producto escaso y con altas cotizaciones en el mercado internacional, las que se tuvieron en cuenta a la hora de modificar su pago; lo opuesto sucedió con el maíz seco, por la baja que tienen sus costes actualmente en esas propias plazas.
El pago a los frijoles se mantiene igual, mientras para el tabaco tapado, por la necesidad de crecer en sus cosechas, se aplicarán valores específicos. Para los cultivos o actividades que ya tienen hecha la inversión con los insumos caros, los nuevos precios de acopio comienzan a regir en octubre, entre estos la miel de abejas, el tomate y la carne de cerdo.
Significó la complejidad que tienen las producciones agropecuarias: no es lo mismo producir arroz en un polo productivo donde hay tecnologías disponibles, que en zonas aisladas donde sus costos siempre van a ser más elevados; sin embargo, en aquellos lugares donde sea interés del Estado obtener determinadas cosechas, se podrán aplicar estímulos fiscales, como son el financiamiento de un porcentaje de las tasas de interés.
Alexis admitió que los productores necesitan el aseguramiento de los insumos en las cantidades necesarias y el momento oportuno; y precisó que si un agricultor pide un crédito bancario para adquirir recursos que tienen valores significativos, requiere el suministro en tiempo, porque de lo contrario se pueden comprometer los rendimientos y las cosechas, por lo que no alcanzarían las utilidades calculadas.
Aunque aseguró que hoy la agricultura está en otro momento: “seguimos con las limitaciones financieras, esas no se van a acabar de un día para otro, pero los planes de producción se están haciendo en función de los requerimientos que lleva la tecnología, o sea, por las normas de consumo establecidas para un cultivo o actividad, y acorde con eso se entregan los insumos.
“Se generaliza el nuevo modelo de gestión de la logística, que tuvo sus primeras experiencias en Isla de la Juventud y Sancti Spíritus. Se trata de acercar los insumos a los productores, con centros comerciales en los polos de mayor concentración de ellos, y de subcentros en las zonas más apartadas, como son las montañas y otras de difícil acceso. Hay muchos aspectos en los que seguimos trabajando para lograr un mejor desempeño de cada quien”.
Rodríguez Pérez concedió gran importancia a la realización de los seminarios provinciales donde se intercambió con los productores sobre los nuevos precios de los insumos y del acopio; estos deberán repetirse en cada municipio en aras de aclarar todas las dudas, y las que no tengan respuesta a ese nivel se trasladarán a la instancia correspondiente.
“Sabemos que cuando todos revisen las normas regulatorias pueden surgir preocupaciones a las cuales estaremos atentos. Esto tiene un componente experimental; es ir preparando al sistema de la agricultura (tan complejo y diversificado) para el futuro, para cuando el país trabaje con una sola moneda”.
Impacto en el Presupuesto del Estado
El incremento de gastos por esta medida es de mil 959 millones de pesos; el de los ingresos es de mil 636 millones de pesos, mientras el subsidio total al año supera los 11 mil 500 millones de pesos.
Precios de insumos
Disminuyen entre 30 y 60 % los precios de los insecticidas, fungicidas, herbicidas, fertilizantes, medicamentos veterinarios, semillas importadas, equipos e implementos agropecuarios, aprobados para el frijol, maíz, miel de abejas y tabaco.
Incrementan por formar sus precios con insumos sin subsidios: arroz, papa, tomate, huevo fresco de gallina, carne de res en pie y cerdo en pie.