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Afiliación de trabajadores no estatales: Difícil, pero no imposible

 

Los trabajadores no estatales ejecutan labores diversas y están dispersos, pero puede ser mejor la vinculación de los dirigentes sindicales con ellos. Foto: Frank Gutiérrez.

No solo porque una tarea tenga la mayor prioridad, refrendada incluso por un objetivo aprobado en un congreso, los resultados de su ejecución avanzarán “viento en popa”. Un ejemplo de ello está en la sindicalización, definida como la misión más importante en la labor político-ideológica del movimiento sindical cubano.

El comportamiento, en sentido general, ha tendido al decrecimiento por razones múltiples que han sido valoradas en más de un encuentro. A pesar de decisiones, exhortaciones y justos reclamos no acaba de aparecer el cambio a favor requerido y los números, como en términos contables, siguen estando de color rojo.

La situación se acrecienta con los cuentapropistas, por las particularidades y complejidades que hacen difícil el trabajo, aunque no imposible de realizar. El objetivo número 10 del XX Congreso de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC) define: “Trabajar en la organización y atención de los trabajadores que desempeñan diversas modalidades de gestión económica no estatal, desarrollando una labor sindical, política e ideológica creativa, diferenciada, personalizada y continua, con la utilización de métodos y vías de comunicación más diversas y eficaces”.

Al cabo de casi un año y medio, ese propósito se presenta aún como una “asignatura pendiente” para el movimiento sindical. Hay provincias en las que la incorporación de los cuentapropistas disminuye. Cienfuegos es una de ellas. En un reciente análisis sobre el asunto, dieron a conocer allí que en entre los meses de enero y abril se redujo el número de afiliados del sector no estatal en 392 trabajadores y que ese territorio presenta el porcentaje más bajo de sindicalización del país (39,2 %) en ese segmento laboral.

En los últimos meses he tenido la oportunidad de asistir a varios exámenes sobre el tema, en los cuales han abordado las causas posibles y también las acciones para encauzar por mejor sendero el quehacer al respecto.

Hay quienes afirman que no existe un sistema de trabajo coherente con ese fin y por tanto, el accionar ha resultado insuficiente. Otros consideran que si no se pone mayor atención, insistencia y control será difícil avanzar, y que debe utilizarse la estructura zonal para organizar a los cuentapropistas, independientemente de la actividad que realicen, dada la dispersión.

En el más reciente análisis que se hizo al respecto en la provincia cienfueguera también señalaron que existe demasiada lentitud para dar respuestas efectivas a los planteamientos, como la indefinición de las áreas de concentración, empleados sin el contrato establecido y que están por tanto desprotegidos, elevadas cuantías de las multas a los trabajadores registrados legalmente e inferiores a los ilegales y falta de coherencia de los órganos de inspección en cuanto a la licitud de la materia prima utilizada.

Otro elemento que ha influido en ese comportamiento, según consideraron, es la inexperiencia de muchos cuadros sindicales nuevos, elegidos durante el proceso de balance, renovación y/o ratificación de mandatos, previo a las sesiones finales del XX Congreso de la CTC.

Subrayaron también que en el empeño de atenderlos y apoyarlos de la mejor forma posible no puede estar solo el movimiento sindical, por lo que debe “colectivizarse la estrategia con los organismos de relación”, o sea, con las entidades que tienen vínculos de alguna forma con los trabajadores no estatales.

Evidentemente, el propósito no puede ser solo afiliar; ese es el primer paso. También resulta necesario que las secciones sindicales funcionen y que cada quien se sienta bien representado.

Sobre ese particular, Carmen Rosa López Rodríguez, segunda secretaria de la CTC, afirmó que “es difícil la tarea, pero le corresponde al movimiento sindical ejecutarla”,  y orientó consolidar lo que se logre. Aseveró además, que la labor tiene que estar dirigida a organizar, funcionar y representar para tener la credibilidad debida, y precisó que el 80 % de los planteamientos de los cuentapropistas pueden tener respuestas efectivas en los propios territorios donde se desempeñan.

En resumen, en la sindicalización de los trabajadores no estatales ha faltado dedicación, control y exigencia.

Junto con objetivos y orientaciones precisas, la dirección de la CTC estableció el propósito de llegar cuanto antes al 75 % de afiliación en ese sector. La estrategia está bien definida. Entonces, lo que resta es ajustar mejor la estrategia, porque la aplicada hasta el momento no ha dado los resultados requeridos.

 

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