Mendoza.- Concluida la primera serie entre cubanos y argentinos correspondiente a la XXVI Liga Mundial de Voleibol, con los ánimos más calmados que los vistos durante el cruento duelo sabatino, los principales protagonistas tuvieron a bien ofrecer sus opiniones.
El DT de los antillanos, Rodolfo Sánchez, aseguró que “la selección salió a la cancha mucho mejor que el viernes. En el primer set cometimos más de diez errores, pero luego los chicos cumplieron a cabalidad el plan táctico y ganamos dos parciales importantes. El tie break era para cualquiera de los dos, así que salimos a disfrutarlo.
“Esta victoria es significativa porque nos eleva la moral, luego de sufrir tantas adversidades en esta gira de 21 días y haber perdido tres partidos de Liga y dos en la Copa de Campeones de Norceca. Tenemos un equipo que se renueva aceleradamente, aquí mismo terminamos con solo nueve jugadores disponibles, así que triunfar sobre un rival del nivel de Argentina es reconfortante”, concluyó.
El capitán Rolando Cepeda dijo sentirse feliz por el triunfo y destacó la calidad del entrenamiento previo al choque, en el cual lograron hacer los ajustes necesarios. “Nunca perdimos el ánimo”, enfatizó al referirse a los momentos difíciles que debieron afrontar.
Javier Jiménez fue pieza clave en el cambio de imagen logrado por la sexteta nacional. Sin embargo, afirmó que “las victorias no son obra de una persona en particular, en realidad ocurrió un cambio de mentalidad, el equipo salió a luchar todo el tiempo y pudimos sacar el resultado. Sánchez pidió que no me callara, pero eso jamás iba a suceder: gritar y animar es mi estilo, mi manera de jugar”.
Osmany Uriarte reconoció que “el partido estuvo duro, no tuve confianza al principio, pero después supe imponerme y hacer lo correcto, sobre todo en el último set. Ganar aquí es un gran paso para el equipo porque vamos para La Habana con más fuerza, a sacar provecho de la Ciudad Deportiva y nuestro público. Aún estoy entrando en forma y mejorando la comunicación con el pasador”.
El estratega argentino Julio Velasco consideró que las vicisitudes por las que pasó Cuba “le dieron una gran motivación para enfrentar este segundo compromiso”. Luego explicó que “ellos sacaron con fuerza y pocos errores, lo contrario del día antes, y nosotros no pudimos poner en dificultades su recepción y costó demasiado bloquear y defender.
“Había alertado que tendríamos dos pleitos diferentes y sucedió. No pudimos mantener el nivel de juego y se sufrió un poco que Cuba jugara bien. Esto es usual en la Liga Mundial: cuando se gana un partido fácil como el 3-0 sets inaugural, inconscientemente se espera que vuelva a suceder al día siguiente. Si no ocurre se pasa muy mal. Tuvimos suerte porque pudimos caer en cuatro mangas”, concluyó.